En busca de la Verdad
2021-01-17
1. Oración inicial
«Señor Jesús, gracias por colocar en esta mañana el deseo de buscar tu Palabra a través de este devocional, quiero cada día encontrar la luz de tu Verdad en cada aspecto de mi vida y crecer en el conocimiento tuyo. Llévame a escudriñar tu Palabra y a pedirle al Espíritu de Dios que me dé entendimiento y convicción para crecer en fe. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos. Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. Así que creyeron muchos de ellos, y mujeres griegas de distinción, y no pocos hombres”. Hechos 17:10-12
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. 2 Timoteo 3:16-17
3. Reflexiona
Hay una gran diferencia entre dudar y no creer, la duda muchas veces es el camino para motivarse a buscar las respuestas que necesitamos, por eso no hay que temerle a la duda, sobre todo si se trata de la Palabra de Dios. El ejemplo de los hermanos de Berea es algo que el autor del libro de Hechos no pasó por alto, pues día tras día examinaban las Escrituras para buscar la verdad y esto llevó a muchos a convertirse al evangelio. Dice que mujeres y hombres recibieron la verdad con toda solicitud, es decir recibieron la verdad con disposición para creer.
La base escritural de Pablo en sus predicaciones, llevó a estos cristianos a escudriñar la Palabra de Dios, a sumergirse en los pensamientos de Dios de tal manera que estos tocaron profundamente sus vidas trayendo fe. “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Romanos 10:17. Utilizar la duda para encontrar respuestas fortalece la fe.
Si en nuestro corazón todavía hay recelo por la Palabra de Dios, es el tiempo de estudiarla y entender que la doctrina del Señor Jesucristo puede ser investigada, que no debemos conformarnos con lo que oímos, sino que examinemos completamente si las cosas son o no son así. Ojalá todos los que oyen la Palabra de Dios sean como los de Berea, que crecieron en fe, cuando estudiaron y comprendieron la Palabra de Dios.
Debemos entonces aprender a escuchar la Palabra sin prejuicios, pidiendo al Espíritu Santo ilumine la revelación escrita en nuestras mentes, de tal manera que traiga a nosotros convicción personal. Escuchemos con vivo interés, con un corazón bueno y recto, con el deseo de ser instruidos y pidiéndole al Señor que quite toda duda con su verdad.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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