El tiempo de gracia llega a su fin
2021-03-10
1. Oración inicial
«Amado Padre, colocaré con esmero mi vida, mi mente y mi corazón para escudriñar tu palabra, estar despierto, velando a toda hora y momento en oración y ruego, para no caer en las tentaciones del mundo; quiero habitar al abrigo del Altísimo, cúbreme con tu divino manto, pues solo debajo de tus alas estoy seguro. No permitas que mi pie tropiece y haga tropezar a otros. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
«Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá. Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos? Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración? Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes. Más si aquel siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse, vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y le castigará duramente, y le pondrá con los infieles» Lucas 12:40-46
3. Reflexiona
Esta palabra de advertencia, apremia para que estemos preparados, que estemos apercibidos porque este tiempo de gracia terminará. La iglesia de Cristo, o sea los creyentes, los lavados con su sangre, los que han nacido de nuevo, serán arrebatados tal como lo dice 1 de tesalonicenses 4:16-17 «Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor».
El fin del tiempo de gracia vendrá repentina e inesperadamente, cuando menos se lo espere; pero hoy podemos tener la seguridad de que nuestros nombres están registrados en el cielo, en el libro de la vida, si hemos creído en su Hijo Jesucristo y lo hemos aceptado en nuestro corazón, y así estaremos reunidos finalmente en el reino de los cielos.
El Señor Jesús dijo en Lucas 12:37 «Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles»
Velar significa vigilar, estar atento; velar en este tiempo es la actitud que no le puede faltar al creyente, pues si no estamos atentos vamos a ser sacudidos por el enemigo. En Marcos 14:38 dice: «Velad y orad, para que no entréis en tentación” y 1 Pedro 5:8 dice: «Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quién devorar».
El enemigo siempre atacará por el lado más débil, y cada uno debe saber cuál es su lado débil y si no lo sabes, gira tus ojos hacia adentro y detecta tu debilidad y ponte en guardia, por ejemplo, allí donde te cuesta decir no porque el mundo y sus placeres te seducen, allí es donde debes estar atento, no basta con solo orar, hay que estar en alerta y cuidar nuestra vida en santidad.
Hermanos, el tiempo de gracia se terminará pronto, pero gocémonos y alegrémonos que nosotros partiremos con el Señor Jesucristo y su Santo Espíritu.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Escúchanos en Spotify
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn