El taller del Maestro
2017-12-11
1. Oración inicial
Señor Jesús, tómame en tus manos, me entrego totalmente, para que me moldees, haz lo que tengas que hacer en mí, transfórmame y perfeccióname, forma tu carácter en mí para crecer y madurar espiritualmente. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”. Filipenses 1:6
“Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”. 2 Corintios 4:15:18
3. Reflexiona
Este mundo es el taller de Jesús y nosotros somos su obra. Él nos limpia, nos quita las asperezas, nos pule, para ir transformando nuestras vidas en algo hermoso y perfecto. Las pruebas de fe son las que nos perfeccionan, para que nos parezcamos cada día más al Maestro. Podemos a veces sentirnos mal por cómo nos vemos, pero Pablo nos anima a continuar, a dejarnos moldear y nos asegura que todas esas aflicciones son algo momentáneo. Lo que nos sucede aquí en la tierra, por doloroso que sea, será opacado por la gloria eterna que nos espera.
Tengamos la seguridad de que Jesús sigue trabajando en nosotros y no descansará hasta que su obra esté completa y perfecta, sólo así estaremos preparados para entrar a disfrutar del Reino eterno. El día que nos veamos cara a cara con el Señor, seremos como Él y vamos a reflejar toda su belleza.
Dios ha comenzado la buena obra en nosotros y su propósito es continuarla. El proceso es difícil cuando nos resistimos al cambio que quiere darnos, pero debemos confiar en su poder y su amor. En nuestro caminar cristiano debemos madurar y entregar esas áreas de la vida que todavía pretendemos manejar a nuestro antojo. Debemos morir a nuestros deseos y como una semilla morir, para que podamos germinar y dar buenos frutos.
La palabra “perfeccionará” que viene del griego “epiteléo”, implica completamiento y plenitud. Lo que nos asegura que lo que el Señor comenzó en nosotros llegará a buen término. Todo nuestro pasado, presente y futuro están enmarcados dentro de la perspectiva divina. Recordemos los comienzos de nuestra vida como creyentes. Su obra en nosotros comenzó cuando Cristo Jesús murió en la cruz en nuestro lugar, ahora el Espíritu Santo nos capacita cada día para que seamos más semejantes a Cristo. Afirmemos nuestra confianza en la victoria final del último día, garantizada por la acción de Dios mismo, hasta el retorno de Cristo.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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