El sutil engaño. Parte 2

Señor, guíame a vivir conforme a tu verdad y no ser participe de los engaños del mundo, guíame a ser baluarte de tu verdad. Amén.

“Mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.” 2 Timoteo 3:13
“No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,” Colosenses 3:9-10

El mundo necesita la verdad, y esta se encuentra depositada en cada hombre que recibe la verdad, es decir a Jesús.
La única forma de derrotar el sutil engaño establecido en el mundo que ataca el mismo hombre y su naturaleza, es que la verdad resplandezca por medio de la manifestación de los hijos de Dios; que no nos quedemos dormidos, siendo cómplices de las mentiras del mundo sino que con el amor de Cristo, denunciemos el engaño, revelando la verdad de las escrituras.
Y esto inicia cuando dejamos de hablar engaño, de mentirnos los unos a los otros, o damos confianza a los demás cuando vean en nosotros una conducta intachable: una forma de hablar fidedigna, una forma de actuar coherente con los principios de la escritura.
Revistámonos del nuevo hombre, que se va renovando conforme al conocimiento de Cristo y va siendo formado a su imagen de plenitud, luz y verdad.