El sutil engaño. Parte 1

Padre, que la luz de tu evangelio ilumine nuestra vida, para no caer en engaños y ser víctimas del dolor que produce. Amén.

“Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis;” 2 Corintios 11:3-4
“Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.” 2 Corintios 11:13-14

Vivimos una época de gran confusión, donde ya no se distingue la verdad de la mentira; se han tejido sutiles engaños en contra de la verdad de Dios, de su Palabra y de sus principios de vida. Esas mentiras atacan nuestros sentidos, es decir pretenden llevarnos a percibir las cosas de otra manera, mediante engaños casi imperceptibles. Por ejemplo, el mundo ve como algo normal y “moderno” el matrimonio entre parejas del mismo sexo, el concepto de familia ahora es definido por jueces o legisladores y no por Dios, incluso negando la ciencia, la biología y las mismas leyes del universo, el hombre cree más fácilmente lo antinatural que lo natural descrito en la misma creación de Dios.
El mundo llama mal al bien y bien a lo que está mal, la santidad es moral del siglo pasado, y llama amor a la satisfacción egoísta e individual de cada persona, cuando el concepto Bíblico denota sacrificio y bien a los demás.
Entonces, ¿Cómo distinguimos el bien del mal, la mentira de la verdad?
Necesitamos renovar nuestra mente, aceptando el evangelio, pues es la única luz en este momento que tenemos a nuestra alcance, y su testimonio es preciso, es consistente, es verificable y concluyentemente verdadero. La verdad escrita en la Biblia tiene correspondencia , coherencia, origen, significado, moralidad y destino, que al ser escudriñada por cada uno de nosotros, cambia radicalmente nuestra existencia. Así podremos descubrir los sutiles engaños y salir de la esclavitud que producen.