El supremo Sacerdote

Gracias Señor, hoy te recibo, como mi Señor y Salvador, me arrepiento de todos mis pecados, tu moriste en la cruz por todos ellos, te pido que intercedas por mi, que me tomes en tus brazos y habites en mi para poderte agradar. Amén

“mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.” Hebreos 7:24-25

Jesús es el supremo sacerdote (Hebreos 7), el único intermediario que Dios acepta (1 Timoteo 2:5), por cuanto ofreció su vida en sacrificio por nosotros, en ningún otro hay salvación (Hechos 4:12), no estimó ser igual a Dios como cosa a que aferrarse sino que se despojó así mismo (Filipenses 2:6-7), se hizo carne y ofreció su vida en pago por la nuestra, para que todos los que creamos en Él y lo recibamos en nuestro corazón (Juan 1:11-12) seamos salvados de la condenación eterna, debido a que es imposible salvarnos a nosotros mismos. Jesús el sacerdote eterno, ofrece por medio de su sacrificio que fue realizado una vez y para siempre (Hebreos 10:12), salvación a todo aquel que quiera acercarse a Dios por medio de Él. Si estás leyendo este mensaje y anhelas un verdadero cambio en tu vida, necesitas nacer de nuevo por medio de la fe en Jesucristo, solo dile a Jesús que venga a tu vida, que habite en tu corazón, que le entregas todas tus cargas, que lo recibes hoy como Salvador y Señor de tu vida. Descansa en ÉL, con toda seguridad de que el sacerdote del altísimo intermedia por ti y también ha enviado a su Santo Espíritu a habitar en tu interior, para que tengas la fuerza de alejarte del pecado.