El servicio como estilo de vida
2022-08-29
1. Oración inicial
«Señor Jesús, quiero pedir tu ayuda; que tu Santo Espíritu me lleve a servir a los demás con tu amor; que pueda entender que, cada vez que hago algo por los demás, es a ti a quien estoy sirviendo. Que mi trato con el prójimo sea transformado al conocer esta verdad y que así tu nombre sea glorificado. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.” Colosenses 3:23-24 RVR 1960
3. Reflexiona
Servir debe ser para nosotros, los creyentes, un estilo de vida, pues la palabra de Dios nos dice que todo lo que hagamos, lo hagamos de corazón como para el Señor y no para los hombres; si vemos el contexto del versículo de hoy, nos damos cuenta que se trata de una manera de vivir a la cual se nos está llamando, en donde el amor es primordial para poder servir a otros, como lo dice Colosenses 3:14 “Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.”
Cada acto que hagamos conviene que sea, en realidad, un acto de servicio que refleje el amor que Dios ha depositado en nuestros corazones y que debe ser compartido a los demás. Por eso, en los versículos anteriores a la porción Bíblica de hoy, encontramos que dice:
“Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten. Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios.” (Colosenses 3:18-22).
Estos pasajes hacen énfasis en las relaciones que tenemos los unos con los otros y como estos tratos, por ejemplo entre esposos, entre padres e hijos o entre jefes y empleados, deben ser hechos como para el Señor, porque es a Él a quien servimos.
Si con la ayuda del Espíritu Santo logramos renovar nuestra manera de pensar, de tal forma que al realizar nuestras labores diarias veamos que estamos sirviendo al Señor, entonces seguramente nuestro trato con el prójimo será mucho mejor, lo cual permitirá que muchos conozcan del Señor tan solo al vernos servir en amor.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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