El Sermón de Abel. Parte 1
2023-04-24
1. Oración inicial
«Amado Jesús, gracias por ese sacrificio perfecto en la cruz del calvario, fuiste la ofrenda agradable a Dios en favor de nosotros los pecadores, gracias porque por ese único y suficiente sacrificio volví a tener una relación correcta con mi Padre, abriste un camino nuevo a su presencia por medio tu sangre preciosa. Ahora quiero adorarte como dice tu palabra, en espíritu y en verdad, me acerco confiadamente a tu trono de gracia para alcanzar el oportuno socorro. En el nombre de Jesús, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón. Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante” Génesis 4:1-5
“Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella” Hebreos 11:4
3. Reflexiona
Abel fue un hombre de fe, de una fe diferente a la de Adán, porque Adán caminó con el Señor, estuvo en el huerto con Él, lo vio con sus ojos, estaba en la presencia de Dios, fueron amigos; Adán conocía a Dios y hablaba con Él, vivía en comunión íntima con su Creador. El privilegio de estar en su presencia lo perdió cuando pecó.
Abel, en cambio, fue el primero en confiar en Dios sin verle; de acuerdo con Jesús, Abel fue bienaventurado porque fue el primero que creyó en Dios sin haberlo visto. Recordemos Juan 20:29 “Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron”.
Aprendemos de estos pasajes lo siguiente:
La fe verdadera se acerca a Dios mediante el sacrificio correcto, “Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín”; ambos jóvenes se acercaron a Dios con sacrificios, los dos trajeron algo delante de Dios el mismo día y en el mismo lugar, pero solo uno fue recibido por Dios.
El Señor miró con agrado a Abel y su ofrenda, no solo le gustó lo que Abel le trajo, sino que le gustó el corazón de Abel, su disposición; pero no miró con agrado ni la ofrenda ni la disposición de Caín, ¿por qué?, porque Dios le habló a Abel y él respondió en fe presentando el sacrificio que Dios pedía. La forma correcta de acercarse a Dios es por medio de la revelación divina, por medio de lo que Dios nos habla a través de su palabra.
Abel representa a todo aquel que se acerca a Dios por medio de la revelación divina, porque recibió la palabra de Dios y trajo la ofrenda que el Señor pidió, no trajo lo que él quería; Abel no quiso inventar una forma nueva de traer ofrenda, él simplemente obedeció.
¿Cómo sabemos que ese es el tipo de sacrificio que Dios le pidió a Abel?, porque el Señor mismo provocó la primera muerte en la historia de la creación, en favor de los pecadores, para cubrir la vergüenza y cubrir el pecado de Adán y Eva; y este sacrificio sería la antesala de todos los sacrificios del Antiguo Testamento para que Dios pudiera expiar los pecados de ese entonces, pero también sería la antesala del único y gran sacrificio que quitaría el pecado y traería salvación a la humanidad: el de Jesucristo con su muerte en la cruz.
Por otra parte, la forma incorrecta de acercarse a Dios fue como lo hizo Caín, quien se acercó por medio del razonamiento humano porque probablemente pensó que ofrecería el fruto de todo el trabajo duro de un año, llevando una ofrenda de su cosecha; creía que era justo traerle a Dios algo que le costó, fruto de su esfuerzo. Esto es tratar de agradar a Dios con nuestras propias fuerzas y razonamiento, y de esa forma Caín se convierte en el creador de la primera religión falsa, porque la esencia de toda religión falsa es: voy a agradar a Dios con mis obras.
La Biblia nos dice que todo es por gracia, no podemos hacer nada por nuestra salvación porque es un regalo de Dios a través de Jesucristo, quien hizo todo por nosotros. La primera enseñanza, entonces, es que el obedecer es mejor que los sacrificios y el prestar atención a lo que Dios dice (1 Samuel 15:22). Nuestra verdadera fe es acercarnos a Dios por medio de la fe en Jesucristo. Cristo en la cruz es suficiente para darnos la victoria sobre el pecado; acerquémonos a Dios por medio de la fe en el sacrificio perfecto, el de Cristo.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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