El Señor espera de ti humildad
2016-07-01
1. Oración inicial
Señor Jesucristo, quiero mostrar tu carácter en mí, hazme como tú; que cuando me maldigan, yo bendiga; cuando sea perseguido, todo lo sufra con mansedumbre; cuando me injurien, lo soporte todo sin responder. Quiero vivir mi vida a través de tu poder. Gracias Señor. Amen
2. Lee la palabra de Dios
“… Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante Dios”, Miqueas 6:8
3. Reflexiona
Quizá la mejor manera de entender la humildad es tratar de vernos con los ojos con que Dios nos ve en lugar de vernos con nuestros propios ojos.
Han definido la humildad como “(hacer) una estimación correcta de uno mismo”. “La humildad no es negar el poder o los talentos que uno tiene, sino admitir que los talentos provienen de Dios y el poder no proviene de uno sino que se manifiesta a través de uno”. Para desechar verdaderamente el orgullo es necesario que nos vistamos de humildad.
He aquí doce sugerencias sobre como humillarnos delante del Señor:
1. Cumplamos con la rutina de confesar nuestros pecados a Dios (Lucas 18:9–14).
2. Reconozcamos los pecados que cometemos contra otros (Santiago 3:2; 5:16).
3. Enfrentemos lo malo pacientemente (1 Pedro 3:8–17).
4. Sometámonos activamente a la autoridad… ¡sea buena o mala! (1 Pedro 2:18).
5. Aceptemos la corrección y la reacción de otros gentilmente (Proverbios 10:17; 12:1).
6. Aceptemos un lugar inferior (Proverbios 25:6–7).
7. Propongámonos asociarnos con personas de una condición inferior a la nuestra (Lucas 7:36–39).
8. Tomemos la decisión de servir a otros (Filipenses 1:1–2; 2 Corintios 4:5; Mateo 7:36–39).
9. Estemos siempre dispuestos a perdonar (Mateo 18:21–35).
10. Cultivemos un corazón agradecido (1 Tesalonicenses 5:18).
11. Propongámonos hablar bien de otros (Efesios 4:31–32).
12. Tratemos al orgullo como algo que siempre necesita ser puesto al pie de la cruz (Lucas 9:23).
El ser orgullosos forma parte de nuestra naturaleza, y lo que trae humildad es la naturaleza de Dios en nosotros. El fundamento de la verdadera humildad es comprometerse a morir diariamente al yo y a vivir por medio del poder de Dios.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn