El Señor cambió mi corazón
2017-11-05
1. Oración inicial
Gracias Señor porque enderezaste mi rumbo, me diste un nuevo corazón, obediente y lleno de tu Espíritu, me sanaste espiritualmente y me liberaste del pecado y de la muerte eterna. Amén
2. Lee la palabra de Dios
«Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?» Jeremías 17:9
3. Reflexiona
La palabra engañoso en el Hebreo es “aqob” que significa torcido, y la palabra perverso es “anásh” que significa incurable. Así mismo la palabra Hebrea “leb” que es traducida como corazón, es utilizada ampliamente en el Hebreo para denotar el centro de algo, es decir el centro de nuestros pensamientos, emociones y voluntad.
Esto significa que el hombre en sus pensamientos, sentimientos y voluntad está torcido e incurable. Solo Dios lo puede curar y enderezar, el dice en su Palabra: “Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos”( Isaías 45:2-3).
Dios promete enderezar y curar el corazón colocando un corazón nuevo, “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.”(Ezequiel 36:26-27), pues el pecado contamina como un cáncer al hombre, y solo mediante un nuevo nacimiento puede ser sanado.
Para esto vino Cristo, para cambiar nuestro corazón, para enderezarlo y allanar nuestro camino, para que no fuera un camino torcido sino derecho, al ser dirigidos por su Espíritu. Un Dios tan lleno de amor, que sabiendo que estábamos con una enfermedad incurable, nos dice en su palabra: “…y por su llaga fuimos nosotros curados.”(Isaías 53:5b).
Hoy más que nunca, vivamos agradecidos por ese milagro de darnos un nuevo corazón, de sanarnos de la enfermedad que el pecado había producido en nosotros, vivamos en libertad y gozosos sabiendo que el Espíritu que ha puesto dentro de nosotros nos hace nuevas criaturas, con un corazón contrito y humillado, un corazón que obedece sus preceptos y que tiene la capacidad de amar, de dar testimonio de Jesús y de andar sin ofender a Dios, ejerciendo el dominio propio (2 Timoteo 1:7-9)
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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