El Señor abre camino en el desierto

Señor hoy decidimos no temer, porque creemos de todo corazón que tu presencia está con nosotros. Tu prometes guiarnos por sendas de justicia y enséñanos el camino que debemos andar. Gracias por abrirnos camino en el desierto y estar a nuestro lado cuando pasamos por las dificultades, queremos seguirte, aferrarnos de tu brazo y descansar en tu promesa.

«He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? otra vez abriré camino en el desierto , y ríos en la soledad.», Isaías 43:19
«No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.», Isaías 41:10

La fe se apoya en la Palabra de Dios cuando las circunstancias parecen cuestionar la verdad de sus promesas. Nuestra habilidad de perseverar hasta el final dependerá de nuestra disposición para dejar que su Santo Espíritu cultive en nosotros la fe. Creamos que el Señor es nuestro refugio y el vencerá los temores que nos asalten en tiempo de crisis. Comprendamos que la fortaleza espiritual viene de esperar en el Señor. Decidir creer en la Palabra de Dios es la fuerza más poderosa del universo, actuemos en consecuencia.
Si hoy nos sentimos desanimados apoyémonos en su promesa. A veces nos encontramos como la tortuga, escondidos en el caparazón, ocultándonos de las adversidades, solos y sin fuerzas. Es en estos momentos de desierto espiritual que necesitamos confiar en Dios, ante situaciones difíciles Dios guiará nuestros pasos, abrirá caminos, nos dará su dirección. Dios ha prometido ser nuestro refugio y fortaleza, el nos da las fuerzas para continuar luchando y nos da su brazo para sostenernos.