El proveedor y la provisión

Señor, estoy confiado en ti, porque me das la seguridad por tu palabra de que tu me provees para todo lo que necesito, que me preparas para tomar posesión de cada bendición y propósito que tienes para mi, dame la fortaleza y el entendimiento para conducirme de acuerdo a tu voluntad

“Bendeciré abundantemente su provisión; A sus pobres saciaré de pan.”, Salmos 132:15
“Temed a Jehová, vosotros sus santos, Pues nada falta a los que le temen. Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.”, Salmo 34:9-10
“Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”, Hebreos 11:3

Jehova Jireh, es un atributo de Dios, el es el proveedor de todo aquello que necesitamos, no solamente bienes materiales si no todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad, mediante el conocimiento de Jesucristo (2 Pedro 1:3); es decir estamos completos y bendecidos, pero para tomar posesión de todo cuanto ya tenemos por herencia divina, debemos ir mas allá de cruzar el Jordán; tomar sus promesas y verlas realidad en nuestra vida es un asunto completamente de fe, de tener la certeza de que lo que está escrito es una realidad viva en nuestra vida y no solo un conocimiento intelectual, pues muchas veces leemos su palabra y solo aceptamos su verdad como un conocimiento que nos emociona, pero según su la Biblia, cada palabra que el ha escrito, crea, produce, transforma (Salmo 33:6, Hebreos 11:3). Por lo tanto hay una guerra contra varios enemigos que no desean que tomemos la tierra prometida.
Por lo tanto debemos conocer este atributo y a través del conocimiento de Dios vencer las mentiras del enemigo que no permiten que conociendo la verdad seamos libres.
Lo primero que debemos saber es que Dios ha preparado para nosotros cosas extraordinarias que ni siquiera imaginamos, “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman” (1 Co 2:9), pero requiere de nosotros que tomemos posesión, que seamos fuertes y valientes, que nos preparemos para recibir de su reposo.