El problema de las riquezas
2018-08-14
1. Oración inicial
Señor, bendice mi vida para bendecir a otros y para llevar la riqueza verdadera del evangelio de Cristo. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.”, 1 Timoteo 6:17-19
3. Reflexiona
Las personas que ponen como prioridad de sus vidas la riqueza material al final lo que consiguen es que estas se conviertan en su peor enemigo, en su maldición y no consiguen llenar su corazón, como dice : “El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto” (Eclesiastés 5:10). Si las administramos con sabiduría, somos dadivosos y hacemos bien con ellas a las personas que están en necesidad, son un medio para ayudar a otros para que el amor de Dios se revele por medio de nuestra generosidad.
Algo que revela nuestra verdadera condición espiritual, no por si somos ricos o pobres, es el manejo que hacemos de las riquezas terrenales. Recordemos a la viuda pobre, que el Señor Jesús reconoce que a pesar de tener muy poco tuvo una actitud diferente para dar: “Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos.Porque todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas ésta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía.”( Lucas 21:3-4:).
Debemos recordar que Dios da abundantemente y es el dueño de todo lo creado. Nosotros debemos, en agradecimiento, dar abundantemente a aquel que nos dio todo en la Cruz y también bendice cada dia nuestras vida, para que así también podamos cosechar con abundancia. No nos olvidemos que “Más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35b) y tengamos disposición de ayudar a todos, especialmente a los de la familia de la fe.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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