El poder de la Palabra de Dios. Parte 3
2020-08-06
1. Oración inicial
«Señor, gracias por tus preciosas promesas, porque se cumplen en mi vida cuando las tomo para mi, cuando confío en ti por medio de ellas, y pruebo de la bendición y el don de tu amor en Cristo Jesús. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;” 2 Pedro 1:3-4
3. Reflexiona
Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para vivir una vida recta, y todas estas bendiciones las recibimos por el conocimiento de Cristo, por su gloria y excelencia también recibimos grandes y preciosas promesas. Estas promesas hacen posible que participemos de la naturaleza divina y escapemos de la corrupción del mundo, causada por los deseos humanos.
Es decir, a través de ellas Dios nos sostiene cuando somos tentados (1 Corintios 10:13), nos provee cuando tenemos necesidad (Filipenses 4:19), nos consuela en nuestras dificultades (Salmos 119:50, 107), nos sana cuando estemos enfermos (Isaías 53:5) y cuantas cosas más nos dará, si confiamos en él, si tomamos como nuestras sus promesas, pues “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Romanos 8:32).
En su Palabra, siempre hay una promesa viva y eficaz, para cada situación de la vida, Dios está esperando que tomemos esa promesa, pero ¿conocemos realmente a Cristo, sus promesas y sus planes para nosotros? Iniciemos por lo tanto a conocerlas y alcanzarlas mediante la fe.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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