El poder de Dios
2025-04-22

1. Oración inicial
«Poderoso, único y verdadero Dios, qué honor y qué privilegió me has dado por Jesucristo, de llamarte Padre y de acudir a ti en todo momento y lugar; sé que no hay nada imposible para ti y que siempre estás obrando; gracias por toda tu misericordia, gracia, amor y generosidad, bendito y alabado seas tú por los siglos de los siglos, amén. «

2. Lee la palabra de Dios
“Alabad a Jehová desde los cielos; Alabadle en las alturas. Alabadle, vosotros todos sus ángeles; Alabadle, vosotros todos sus ejércitos. Alabadle, sol y luna; Alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas. Alabadle, cielos de los cielos, Y las aguas que están sobre los cielos. Alaben el nombre de Jehová; Porque él mandó, y fueron creados. Los hizo ser eternamente y para siempre; Les puso ley que no será quebrantada.” Salmo 148:1-6

3. Reflexiona
Cuando mencionamos la palabra “poder”, seguramente nuestra mente lo relaciona con alguna fuerza, capacidad o autoridad especial, pues en la cotidianidad escuchamos de poderes económicos, políticos o sociales que justamente son ejecutados para determinar muchos aspectos en la sociedad, el territorio y demás; quizás también en algún momento hemos visto o escuchado en el cine o la televisión acerca de personajes superpoderosos, es decir, con fuerza o capacidades mucho mayores a las de cualquier ser humano.
En efecto, cuando la Biblia en el Antiguo testamento habla acerca de “poder”, se refiere a la capacidad para ejercer autoridad de forma efectiva, entonces, por su misma naturaleza, el máximo y verdadero poder es perteneciente solo a Dios; el Salmo 62:11 dice “Una vez habló Dios; Dos veces he oído esto: Que de Dios es el poder,” poder que podemos ver y corroborar esencial y contundentemente en dos aspectos, primero: la creación, el Salmo 148 exhorta a toda la creación, cielos, ángeles, ejércitos, sol, luna, estrellas, abismos, montes, collados, árboles, animales, pueblos de la tierra, jóvenes, ancianos y niños, a alabar el nombre de Dios, por cuanto Él mandó y fueron creados; y segundo: el mantenimiento del mundo, el Salmo 65:6-7, 9 dice “Tú, el que afirma los montes con su poder, Ceñido de valentía; El que sosiega el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas, Y el alboroto de las naciones.” “Visitas la tierra, y la riegas; En gran manera la enriqueces; Con el río de Dios, lleno de aguas, Preparas el grano de ellos, cuando así la dispones.”
Hermano, no hay poder, fuerza o autoridad superior a la de nuestro Dios, por eso cualquier situación, condición o relación en tu vida que se haya tornado difícil o imposible, no dudes en entregársela al único que tiene la capacidad para ejercer poder y autoridad de manera efectiva en todo y todos.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
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