El pecado te aleja de la presencia de Dios
2017-09-27
1. Oración inicial
Padre Omnipotente, me acerco a tu presencia con un corazón contrito y humillado, arrepentido de haber pecado contra ti, pero con el firme propósito de hacer lo bueno delante de tus ojos, cumplir tus estatutos y mandamientos que prescribiste para que anduviera en ellos. Te amo Señor, Amén
2. Lee la palabra de Dios
“Hasta hoy hacen como antes: ni temen a Jehová, ni guardan sus estatutos ni sus ordenanzas, ni hacen según la ley y los mandamientos que prescribió Jehová a los hijos de Jacob, al cual puso el nombre de Israel; con los cuales Jehová había hecho pacto, y les mandó diciendo: No temeréis a otros dioses, ni los adoraréis, ni les serviréis, ni les haréis sacrificios”, 2 Reyes 17:34-35
3. Reflexiona
Los hijos de Israel pecaron contra Jehová su Dios, temieron a dioses ajenos, e hicieron secretamente cosas no rectas contra Jehová su Dios, levantaron estatuas e imágenes de Asera y le servían, mas Jehová les había dicho: Vosotros no habéis de hacer esto, volveos de vuestros malos caminos, y guardad mis mandamientos y mis ordenanzas, que yo prescribí a vuestros padres, 2 Reyes 17. Mas ellos no obedecieron, antes endurecieron su cerviz y desecharon sus estatutos, y los testimonios que él había prescrito a ellos. Dejaron lo bueno y se entregaron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, por tanto, se airó en gran manera contra Israel, y los quitó de delante de su rostro.
Cuán aterrador es el pecado, entra a nuestra vida de manera sutil, nos arrastra dulcemente a malos caminos, nos arruina, nos confunde y nos aleja de la presencia de Dios.
Al igual que el pueblo de Israel nos puede pasar a nosotros, podemos tener costumbres o hábitos no gratos a los ojos del Señor, por tanto, es momento de examinar nuestro corazón y mirar si verdaderamente Dios está ocupando el primer lugar.
Dios puso en el corazón del ser humano la capacidad de adorarlo y si no lo adoramos a El, terminaremos adorando cualquier ídolo.
La decisión es obedecer a Dios, cumpliendo sus estatutos y los mandamientos que dió por escrito, cuidando de ponerlos por obra. No hay excusa.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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