El misterio. Parte 2

«Gracias Padre por diseñar el matrimonio, pues a través de él nos revelas un misterio más profundo y eterno, a Cristo y la iglesia, pero usas a la pareja para reflejar el amor, el perdón y la santidad en Cristo Jesús, amén.»

“Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.”, Efesios 5:28-32

El matrimonio entre un hombre y una mujer ilustra la manera en que Cristo y la iglesia son uno, así como el hombre se une a su esposa y son una sola carne, una sola unidad aunque conserven su individualidad. Cristo lavó a su iglesia de sus pecados y la sustenta, de la misma manera el esposo purifica a su esposa con la Palabra de Dios, la trata con amor y le provee.

El matrimonio ilustra un principio espiritual, un gran misterio que fue revelado ahora para nuestra salvación y para su gloria. Sin embargo, el matrimonio es también la forma en que Dios se revela pues estamos llamados a perdonarnos, cuidarnos, luchar juntos y amarnos como él primero nos amó. El lugar primordial donde practicamos las enseñanzas de Jesús es el matrimonio y también donde aprendemos de manera práctica a reflejar el carácter de Cristo, pues somos tentados al conocernos, a criticarnos, condenarnos y reprocharnos. Pero siguiendo lo que el cordero hace por la novia, debemos edificarnos, animarnos y ser incondicionales el uno con el otro. Nuevamente tal y como Cristo dio la vida por su iglesia, por su novia, nosotros en la vida abundante que nos dio Cristo damos todo el amor que él primero nos dio.

Hermoso misterio revelado y reflejado en nosotros, por esto el matrimonio entre un hombre y una mujer (biológicos) es la base de una sociedad en armonía y prosperidad, puesto que el amor verdadero genera confianza, equilibrio y fortaleza.