El llamamiento supremo. Parte 2
2024-11-08
1. Oración inicial
«Padre, en el poder transformador de tu Espíritu ayúdame a seguir la carrera y llegar a la meta del supremo llamamiento de Dios en Cristo, creciendo cada día y en cada circunstancia hasta llegar a tener la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.”, Filipenses 3:13-14
“Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.”, Efesios 2:13
3. Reflexiona
Aprendimos acerca de lo que significa estar en Cristo y es que por la fe, hemos sido unidos a él en la semejanza de su muerte y resurrección, como dice Romanos 6:5: “Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;” qué concluyente palabra “plantados” juntamente con Cristo. Ya el Padre no nos ve a nosotros, nos ha cubierto la justicia de Cristo, esto es lo que el Padre mira en nosotros (Hebreos 8:12).
Entonces, si ya hemos sido hechos hijos de Dios, justificados y limpiados con su sangre, ¿a qué se refiere la Palabra de Dios inspirada por el Espíritu Santo a Pablo de alcanzar el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús?
Se trata de revelar y aplicar el carácter de Cristo en esta vida, en todo lo que hacemos, de experimentar una transformación tal que las personas perciban a Cristo en nosotros, de permanecer en él y cada día ir creciendo hasta llegar a la estatura de Cristo y glorificar al Padre, este es nuestro galardón y supremo llamamiento, que Jesús nos dio todo y en honor a él, por amor a lo que hizo por cada uno de nosotros con el poder transformador de su Espíritu, avancemos a la meta de llegar a tener la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Efesios 4:13b).
Nuestra meta es llegar a tener la medida de la estatura de la plenitud de Cristo y esto implica como dice el Apóstol, inspirado por el Espíritu, “olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante”, lo cual significa que nuestra actitud diaria debe ser la de no pensar que ya hemos logrado este propósito sino la de seguir creciendo en el conocimiento de Cristo, permitiendo que Él viva por medio de nosotros para que Dios cada dia nos perfeccione, afirme, fortalezca y establezca hasta llegar a la meta del supremo llamamiento de Dios en Cristo, donde recibiremos sus coronas como premio de permanecer y de llegar a ser como aquel que nos dio ejemplo perfecto de obediencia (1 Pedro 5:10).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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