El incomparable Dios

Amado Padre, incomparable Dios, tú hiciste el universo con el poder de tu Palabra, de manera que lo que se ve, fue hecho de lo que no se veía. Tú tienes dominio sobre todo lo creado, grande es tu poder y digno de rendir honor y gloria, gracias Señor, amén.

“¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados?”, Isaías 40:12
“¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo. Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio.”, Isaías 40:25-26

Muchas veces a los creyentes nos preguntan ¿cuál fue el origen del universo?, y cuando nos hablan de la teoría de la evolución nosotros muchas veces nos quedamos sin respuestas por falta de conocimiento. Pues Dios mismo ha revelado, por medio de profetas que escribieron en la Biblia, su creación y su plan de salvación. Es necesario que el creyente conozca qué dice la Escritura sobre el origen del mundo.
Pues nos basamos en el testimonio de Jesucristo quien demostró con muchas pruebas irrefutables que él es el Hijo de Dios, y es el autor del universo y de la vida. La Biblia afirma: “Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él.” (Colosenses 1:16)

Por otra parte, la geología, la arqueología, la historia, etc., testifican también que los registros de la Biblia corresponden con la realidad. Las evidencias están al alcance de todos, pero nuestros prejuicios y conjeturas impiden una correcta interpretación.
El libro de Génesis, escrito en un lenguaje sencillo, afirma que Dios creó los cielos y la tierra y todo cuanto existe, Él es el Hacedor de todo. “Así dice el Señor, tu Redentor, el que te formó desde el seno materno: Yo, el Señor, Creador de todo, que extiendo los cielos yo solo y afirmo la tierra sin ayuda” (Isaías 44:24).

El profeta Isaías, habla en lenguaje alegórico, expresa que el agua de los océanos cabe en el hueco de la mano del Señor, Él puede tomar la medida del Universo con su palmo, y por si todo esto fuera poco, Él conoce por su nombre cada una de las estrellas. Esta grandeza del Señor ¿será producto del azar? Su Palabra dice: Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. (Romanos 1:20)

Hermano solo nos queda rendirnos en adoración a nuestro incomparable Dios, Él es digno de recibir la gloria, el honor y el poder, porque por su voluntad fueron creadas todas las cosas.