El hombre actual
2017-07-17
1. Oración inicial
Dios grande y poderoso, quiero tener el carácter de Cristo, paciente, amable, bondadoso y no el que enseña el mundo, lleno de perversidad y de egoísmo. Con tu palabra y tu Espíritu moldea mi carácter para agradarte a ti en todo. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
«También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.» 2 Timoteo 3
3. Reflexiona
Contrario al carácter de Jesús, es el carácter del hombre, en los tiempos actuales. Totalmente alejados de la verdad, se han envanecido en sus propios razonamientos, creyéndose sabios, le llaman bueno a lo que en realidad es malo (Romanos 1:18).
La falsa moral que se propone hoy en día habla de una aparente libertad, que enseña que se debe probar de todo y hacer lo que cada uno considere mejor con su cuerpo y con su vida; disfrazan de apoyo a los menos favorecidos, a los que son diferentes, la disculpa para que se permita hacer lo que sea sin que nadie pueda decir nada. Se pide que se reconozca la diferencia y la diversidad, a partir de que se acepte como verdad una mentira. Pero las consecuencias son evidencia contundente del camino de muerte de aceptar el pecado como algo normal y producto de la modernidad; enfermedades, muerte, destrucción del ambiente, destrucción del núcleo familiar, que implica que el índice poblacional necesario para sostener nuestras naciones está en niveles críticos. Así como en Sodoma y Gomorra, donde desde el más pequeño hasta el más viejo se había corrompido (Génesis 19:4), estamos en este momento en plena era de grandes descubrimientos científicos, pero a punto de destruirnos unos a otros. De nada sirve toda la inteligencia que el hombre tiene sino está enfocada en buscar a la fuente de la vida verdadera, del equilibrio y de la paz, esto es a Jesús de Nazaret. Es hora de venir a la cruz para conducir nuestra vida agradando a Dios y ser verdaderamente salvados de la contaminación del presente siglo.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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