Él hará cosas nuevas en tu vida

Señor, haz de mí una nueva creación, borra toda mi maldad, y hazme nacer de nuevo por la fe en Cristo. Amén.

“He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.” Isaías 43:19

Cristo nos enseñó que no se coloca vino nuevo en vasija vieja, porque la vasija se romperá; o remiendo nuevo en ropa vieja porque se hace más profundo el hueco (Mateo 9:16-18),
Cuando recibimos a Cristo, Él coloca su Espíritu Santo en nosotros y nuestro viejo hombre queda crucificado con Él, para que nuestro cuerpo de pecado sea destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado (Romanos 6:6). No se trata de un viejo hombre con nuevas costumbres sino de un nacimiento espiritual verdadero y radical. Un nuevo nacimiento, una nueva creación.

Por lo tanto, si Dios hace cosas nuevas en nosotros, también se reflejará en nuestra vida exterior. Todas las cosas que nos suceden en Cristo son para nuestra edificación y bendición, así que Dios hace cosas sorprendentes cuando creemos, cosas nuevas en todas las áreas de nuestra vida, pero debemos aceptar esta realidad espiritual.

Aceptar esta nueva realidad, es dejar los vicios del viejo hombre y aceptar los cambios profundos que requerimos, muchas veces volviendo a empezar, como nos enseña su Palabra: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 5:17). Esta no es una licencia para dejar de responder por lo que hicimos mal en el pasado, sino para cambiar la forma en que reaccionábamos y hacíamos las cosas sin la guía o dependencia absoluta de Dios; porque la característica de alguien nacido de nuevo es que es guiado por el Espíritu de Dios.

Aceptemos las cosas nuevas que Dios hará por medio de nuestras vidas regeneradas por la fe en Cristo y vivamos en total dependencia de su guía, consultando diariamente la Palabra del que hizo de nosotros una nueva creación.