El grato olor de Cristo
2019-01-30
1. Oración inicial
Amado Jesús, nada puede detener la victoria del evangelio en este mundo. A pesar de los ataques y el rechazo de muchos, tú sigues trasformando vidas y usándome como instrumento para esparcir el grato olor de tu conocimiento a todos los que han de ser salvos por la predicación de tu Verdad. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
«Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente? Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo», 2 Corintios 2:14-17
3. Reflexiona
En este pasaje Pablo concibe a un Dios victorioso. Reconoce que su ministerio apostólico es triunfante en Cristo y que a través de nosotros el Señor manifiesta en todo lugar su conocimiento, describiéndolo como un olor grato. Esto nos hace recordar cuando el imperio romano triunfaba en una batalla militar, hacían un desfile de militares por las calles, encabezado por el general victorioso y llevaban cautivos y encadenados a los que se habían resistido, condenándolos a pena de muerte. Los sacerdotes paganos movían sus incensarios en acción de gracias a sus dioses por la victoria militar.
Se esparcía el incienso por todas partes, para los rebeldes sentenciados era olor de muerte y para los reyes o jefes que voluntariamente se habían rendido al ejército romano, olor fragante pues se les perdonaba la vida y marchaban libres delante de la caravana del vencedor, para luego volver a sus patrias a someterse a su dominio. Así es el evangelio, es grato olor para los que creen y son salvos, pero olor de muerte para los que lo rechazan y son condenados.
Pablo va destino a Roma y visualiza a Cristo desfilando triunfante por todo el mundo y se ve así mismo en esa comitiva victoriosa, pues ha cumplido a cabalidad con el ministerio que Jesús le encomendó, mostrando un evangelio victorioso en todos los lugares donde predicó. Decía: “Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad…hablamos de Cristo”. Mostrando la sinceridad y la calidad de su ministerio.
El apóstol acusa a algunos de ser traficantes de la Palabra de Dios, pues lo hacían para obtener recompensa y para complacer a sus oyentes. Como hijos de Dios debemos ser cuidadosos y prepararnos de tal manera que el mensaje que hoy proclamamos al mundo sea la Palabra de Dios, fruto de haber experimentado su verdad en nuestra vida.
Pablo está defendiendo el carácter del legítimo ministerio apostólico en las iglesias. Pone en claro la diferencia entre la falsa y la verdadera doctrina cristiana. Hoy en el mercado abundan productos adulterados para obtener más ganancias, lo mismo pasa con la Palabra de Dios que se expone para complacencia de las personas.
Debemos esparcir el grato olor de un evangelio auténtico, sin modificaciones y alteraciones, el cual será fragante olor para algunos, y para otros olor de muerte dependiendo de su decisión frente al mensaje.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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