El Espíritu Santo, agente de restauración
2015-11-11
1. Oración inicial
Señor gracias por tus promesas de restauración, por saber que tu Santo Espíritu es quien mora en mi vida y es quien hace la obra para transformarme en una nueva criatura, quiero vivir conforme a esta verdad y disponerme para que a través de cada situación completes esa obra que has comenzado en mí. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
» En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad».
«Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás».
«Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas».
3. Reflexiona
Hemos recibido el poder del Espíritu Santo para ser trasformados y ser mudados en nuevas personas, recordemos la promesa de 1 Samuel 10:6 “Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre”, nada nos impide entonces ser tocados y renovados por su Santo Espíritu, el no poder hacerlo está sólo en nuestra mente incrédula.
Según estos pasajes el viejo hombre y el nuevo hombre destaca el contraste entre el anterior estilo de vida, dominado por el espíritu de la desobediencia y la nueva capacidad para adoptar un nuevo estilo de vida, de obediencia a Dios, gracias al poder del Espíritu Santo que mora en cada creyente, dándole la capacidad de rendirse ante Dios para que Él tome el control de cada área de su vida y pueda ser renovado totalmente.
El Señor nos pide que “nos despojemos del viejo hombre que está viciado por deseos engañosos y nos renovemos en el espíritu de nuestra mente”. Esto se logra solamente por el poder transformador del evangelio cuando permitimos que la Verdad de Dios transforme nuestro entendimiento y comencemos a pensar con la mente de Cristo y actuar como Él lo hizo glorificando y honrando a Dios. Dice su palabra que “somos hechura suya creados en Cristo Jesús para buenas obras.
La meta como creyentes, sabiendo que su naturaleza divina mora en nosotros es que cada día nos parezcamos más a Jesús y desarrollemos su carácter, para que podamos ser luz en este mundo en tinieblas, que necesita tanto del amor de Cristo. Dios nos sigue animando a continuar y a esforzarnos por crecer espiritualmente. Solo nos falta tomar la decisión para hacerlo y vivir conforme a su Palabra y con la guía de su Santo Espíritu.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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