El engaño de nuestras emociones. Parte 2
2016-10-13
1. Oración inicial
Señor quiero ser alimentado por tu Palabra porque es verdadero alimento. Fortaléceme Padre para no caer en mis emociones y que éstas me lleven a pecar, sino que tu Espíritu tenga el control de todos los aspectos de mi vida, guíame en mi camino diario, en cada detalle de mi vida. Gracias Señor, amén.
2. Lee la palabra de Dios
«Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.», Romanos 8:6-11
3. Reflexiona
Si alimentamos el espíritu, no la carne, significa que estamos siguiendo el principio escrito y no los deseos pecaminosos. Pero si dejamos que nuestras emociones tomen el control estaremos alimentando y dándole fortaleza a un monstruo insaciable que nos va a llevar a la tragedia y a la desgracia, puesto que “Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.” También en 2 Corintios 7:10 nos aclara “Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.”
¿Cuántas personas no llegan a la depresión y luego al suicidio por dejarse llevar por sus emociones, las cuales aturden la razón y no dejan ver claramente otra posibilidad? ¿Cuántos de nosotros nos dejamos llevar por la tristeza o la ansiedad y cometemos pecado? Pero la Biblia, la palabra de Dios, ofrece una alternativa diferente: dejarnos guiar por el Espíritu Santo. En Romanos 8:14 la Palabra de Dios dice que “porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios”, y esto asemeja a un piloto que no tiene visibilidad y está presto a escuchar la guía del controlador de vuelo el cual le está dando instrucciones precisas para que tenga un vuelo tranquilo, así sea en medio de tormentas y un aterrizaje exitoso, a pesar de la niebla.
Así mismo que escuchamos su voz cuando obedecemos su palabra, en oración tenemos la confianza para hacer conforme Dios nos dirija en cada situación.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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