El encuentro de dos reyes. Parte 2
2022-03-02
1. Oración inicial
«Padre amado, te ruego que formes en mí un corazón que te obedezca, que haga conforme a tu voluntad, que en medio de las dificultades de la vida pueda ser preparado para servirte con toda integridad. En el nombre de Jesús. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero” Hechos 13:22b.
3. Reflexiona
David fue ungido como rey de Israel luego de que Saul fuera rechazado por Dios debido a su continua rebeldía (1 Samuel 15:22-23). Pero hay algo extraordinario que Dios hizo, pues no le entregó el reino inmediatamente a David, sino que lo preparó para que fuera un hombre conforme a su corazón.
Esta obediencia de David fue una obra extraordinaria de Dios, que fue realizada o vino por medio de la fe, que es en Cristo, mas Dios utiliza cualquier circunstancia para perfeccionar su obra y la escritura nos revela cómo Dios logró este hecho.
Lo más impactante es el hecho de saber que nosotros también podemos lograr ser esos hombres que agraden a Dios y que vivan conforme a su voluntad. ¿Cómo Dios realiza este cambio en cada corazón? ¿Quieres ser una persona conforme al corazón de Dios que haga todo lo que Él quiera?
Luego de que David fue ungido como rey y de derrotar a Goliat (1 Samuel 16:13), fue hecho escudero de Saul, pero este al ver las hazañas de David y descubrir que Dios estaba con este joven, entró en celos y fue lleno de un odio intenso por el futuro rey. Lo buscó para matarlo y David tuvo que huir, esconderse en cuevas y vivir con personas en apuros, cargados de deudas o amargados ( 1 Samuel 22:1-2) (que luego serían parte de su corte real).
De ser ungido y escudero del rey, a andar escondido en cuevas con personas fracasadas, en medio del desierto, David fue entrenado por Dios para acercarse a tener un corazón obediente.
¿Qué podemos aprender de esta parte de la historia de David? Cuando estamos en Cristo toda dificultad tiene un propósito “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28). Así que si estás pasando por una enfermedad, soledad o cualquiera que sea la dificultad confía y espera en Dios, confía en que Dios tiene un propósito, allí en medio del desierto, adórale y sirvele al Rey, pues llega el día en que el fracaso se convierte en victoria por medio de la fe en el Rey de reyes, Jesucristo. Mientras ocurre la prueba Dios está formando un corazón obediente en nosotros.Pero David necesitaría un encuentro aún más íntimo y personal con el Rey de reyes, lo miraremos mañana.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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