El Amor en Acción me lleva a la Evangelización. Parte 1

«Espíritu Santo, llévame a ser un verdadero discípulo de Cristo, efectivo al momento de evangelizar, enséñame a poner el Amor en Acción al corresponder a tu amor y al compartir de tu amor, que los demás puedan verte, al ver el amor con que los trato a ellos, amén.»

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” Mateo 28:19-20
“En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.” Juan 13:35

Antes de ascender al cielo, Jesucristo les encarga a sus discípulos lo que hoy conocemos como la gran comisión (Mateo 28:19-20), la cual es un llamado a todo creyente para compartir la buena noticia de que en Cristo hay perdón de pecados, salvación y vida eterna; esta encomienda empieza con el anuncio del evangelio, pero continua con el discipulado mediante la enseñanza de la Palabra de Dios, pues es en la Biblia donde encontramos lo que Jesús mandó a sus discípulos y ahora nos manda a nosotros.
La importancia de la enseñanza, es que por medio de ella y a través de la revelación del Espíritu Santo podemos convertirnos en seguidores de Cristo al guardar sus mandamientos, como dice Juan 8:31 “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos”.
Permanecer en la Palabra de Dios implica obediencia, que como vimos en devocionales anteriores, está profundamente relacionada con el amor, producto de una íntima comunión con Dios, por eso Jesús declara que todos podrían conocer que alguien es su discípulo por la manera como este demuestre el amor a los demás. (Juan 13:35).
Para que podamos cumplir con la gran comisión y ser efectivos a la hora de hacer discípulos, debemos primero ser discípulos, y la mejor forma de ser un seguidor es estar junto al maestro y poner en práctica sus enseñanzas, y lo que Jesús nos enseña es a amarnos unos a otros como él nos ha amado (Juan 13:33). Así que, si nos disponemos a poner el amor en acción, amando primero a nuestro Dios por medio de la obediencia a su Palabra, y luego a nuestro prójimo de la misma manera como el Señor nos ha amado, el mundo notará que somos seguidores de Cristo y ahí podremos entonces naturalmente evangelizar y hacer discípulos.