Edificación mutua. Parte 1
2021-09-15
1. Oración inicial
«Padre, gracias por que en el propósito de tu amor en Cristo, me has colocado en una congregación con diferentes hermanos, para mi crecimiento, para dar y recibir lo que a cada uno tú nos has entregado, ayúdanos a administrar con sabiduría todas las riquezas espirituales que tenemos y a ser confortados mutuamente. En Cristo Jesús, Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros. Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados; esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí.” Romanos 1:10-12
3. Reflexiona
Siendo Pablo un apóstol escogido según el propósito de Dios en Cristo (2 timoteo 1:1), que había tenido un encuentro personal con el Señor Jesús, y le había sido dada gran revelación y conocimiento de Dios (2 Corintios 12:2-4), necesitaba ser mutuamente confortado en la fe, por otros hermanos; por esto, anhelaba tener un contacto presencial con la congregación.
Por esto, Dios nos ha colocado en un cuerpo espiritual a todos los creyentes en Cristo, llamado iglesia, donde Él ha dispuesto dar diferentes dones a cada miembro para edificación mutua. Esto quiere decir que nos necesitamos unos a otros para crecer, para no estancarnos, pues el don, la función o la tarea que tiene otro hermano, es necesaria para nuestro crecimiento, para nuestra consolación, para fortalecer las rodillas endebles, o incluso para que en el amor de Cristo sobrellevemos los unos, las cargas de los otros, (Gálatas 6:2).
No importa si ese hermano se ve más débil, tal vez el más callado, lo que el Espíritu le dio a él, es necesario para nosotros y es de gran bendición para nuestra vida, como enseña la Palabra de Dios: “Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios;” (1 Corintios 12:22); así que seamos considerados los unos con los otros, estemos atentos y con toda expectativa en cuanto a lo que tiene cada miembro para dar, como ratifica la escritura: “¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación.” (1 Corintios 14:26).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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