¿Dudas? Parte 3
2017-06-30
1. Oración inicial
Dios poderoso, siendo tan grande y sublime, al hacerte hombre, te hiciste como uno de nosotros, pero sin pecado, sufriendo todas nuestras limitaciones, pero aun así siendo un Dios ilimitado, gracias porque verdaderamente sabes lo que necesito, te duele mi dolor y me sacas de toda angustia. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
«Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.» Santiago 1:6
3. Reflexiona
Es inevitable tener dudas, pero no por esto debemos dejar que nos lleven a la incredulidad, al desánimo y a que situaciones externas nos roben la paz. Las olas son situaciones que amenazan un naufragio, que afectan nuestra vida llevándola de un lado para otro; no estamos seguros cuando dudamos, o cuando no tomamos decisiones efectivas, radicales, guiadas por la mano poderosa de Dios.
La oración es la forma práctica de enfrentar las dudas y las incertidumbres que trae la vida diaria. Entre más llevemos a su presencia todas nuestras preocupaciones, el Señor se encargará de darnos su paz. Solo en ese momento nos debemos levantar, cuando entendamos que por nada debemos estar preocupados, sino siempre elevar nuestro clamor al lugar correcto, al altar celestial, por medio de Cristo.
Y el Señor que es poderoso en misericordia, guardará nuestro corazón, lo llenará de calma, guardará también nuestro pensamiento, para poder ver claramente lo que debemos hacer, o la paz para esperar su respuesta; pero confiemos en que, al entregarle toda situación, Él se identificará con ella, la tomará como suya y la resolverá poderosamente. Esa es la capacidad que solo Cristo tiene, de identificarse, de tomar nuestro dolor, nuestra ansiedad, nuestros afanes y a cambio ofrecernos su mansedumbre, su humildad y su paz.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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