Dios restaura al arrepentido
2018-09-22
1. Oración inicial
Amado Dios, en tiempos de angustia, de soledad y opresión, mi alma vuelve a ti, y mi corazón contrito y humillado busca tu rostro. Hoy estoy arrepentido y reconozco que tú eres Dios Grande y Temible, y que te complaces en bondad y misericordia, por eso te pido que restaures mi vida para ser de bendición donde me has colocado. Te amo Señor, amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Y habló Jehová a Manasés y a su pueblo, mas ellos no escucharon: por lo cual Jehová trajo contra ellos los generales del ejército del rey de los asirios, los cuales aprisionaron con grillos a Manasés, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia. Mas luego que fue puesto en angustias, oró a Jehová su Dios, humillado grandemente en la presencia del Dios de sus padres. Y habiendo orado a él, fue atendido; pues Dios oyó su oración, y lo restauró a Jerusalén, a su reino. Entonces reconoció Manasés que Jehová era Dios.”, 2 Crónicas 33:10-13
3. Reflexiona
Manasés comenzó a reinar en Judá a los doce años y no obedeció a Dios, pues practicó las costumbres paganas, erigió altares para adorar a Baal y sacrificó en ellos a sus propios hijos, practicó la brujería, la hechicería y contaminó el templo de Dios en Jerusalén. Los israelitas no obedecieron lo que Dios les había ordenado, y Manasés les indujo a cometer los peores pecados. Dios les hizo ver, a Manasés y a su pueblo, que estaban equivocados, pero ellos no le obedecieron. Vino el juicio de Dios y Manasés fue encarcelado y torturado por los asirios.
Generalmente el ser humano, así como Manasés, requiere de estar en un punto de angustia para reconocer y aceptar su condición y la necesidad de Dios. El texto dice: “por lo cual Jehová trajo contra ellos los generales del ejército asirio”. Fue Dios quien trajo aquello, ante la dureza de corazón y los oídos cerrados de Manasés, el Señor tuvo que permitir la caída de su reino, ser aprisionado con grilletes y atado con cadenas, llevado cautivo a Babilonia, para que llegara al genuino arrepentimiento.
Nos dice la Biblia que Manasés “oró a Jehová su Dios”, es decir la cárcel fue el lugar de su conversión. Ahora Jehová es su Dios. Él se humilló en la presencia de Dios; expresión que nos deja ver cuán profundo fue su arrepentimiento. La Escritura dice: “Dios oyó su oración, y lo restauró a Jerusalén, a su reino”. Él había hecho encender la ira de Dios, sin embargo por su humillación y su clamor el Señor tuvo misericordia y oyó su oración.
Manasés es un ejemplo del perdón Divino, ya que después de ser uno de los reyes más sanguinarios y perversos, se le perdonó e incluso fue enterrado en la ciudad de David, en el panteón solo reservado para los reyes fieles, con lo que se concluye que Dios lo perdonó completamente y lo restauró a su reino.
Hermano, Dios rompe ataduras y cadenas espirituales que afligen y arruinan al creyente, la biblia muestra que el Señor Jesús liberó y sanó a todo los oprimidos, él es el único Camino, nuestro Salvador.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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