Dios nos da la fuerza, la sabiduría y la inteligencia
2019-09-03
1. Oración inicial
Quién como tú oh Dios, que nos das todo lo que necesitamos, nos preparas y nos ayudas aun en momentos cuando sentimos que no alcanza nuestra fuerza, por eso confiamos en ti, en todo tiempo te daremos gloria y honor. Amén
2. Lee la palabra de Dios
“Dios es el que me ciñe de poder, y quien hace perfecto mi camino; quien hace mis pies como de ciervas, y me hace estar firme sobre mis alturas; quien adiestra mis manos para la batalla, para entesar con mis brazos el arco de bronce.”, Salmos 18:32-36
3. Reflexiona
Cuando llegamos al límite de nuestra capacidad, cuando pensamos que no podemos más, en ese preciso momento podemos acudir a Dios, confiar en el poder de su fuerza.
Hay etapas en la vida donde nos encontramos con retos en nuestro trabajo o estudio, que nos llevan y prueban el límite de nuestra fuerza, de nuestra capacidad intelectual y hay que reconocer que somos seres limitados, que sentimos que no podemos, porque no es verdad que si simplemente soñamos o tenemos un anhelo este se cumplirá. Estas filosofías de fantasía y falsas expectativas han permeado el mundo contemporáneo, con “slogans” como “imagínatelo y es tuyo” o “todos tus sueños se cumplirán”.
Pero Dios sí anhela ayudarnos de verdad, Él quiere hacer parte de nuestra vida diaria, ayudarnos desde que iniciamos hasta cuando estamos en esos límites, porque para Él no hay límites. Es su voluntad que lo glorifiquemos también a través de nuestra profesión, trabajo o estudio, porque su Palabra nos enseña a trabajar con diligencia (Proverbios 10:4-5) y con prudencia (Proverbios 21:5).
Es decir que debemos poner todo entusiasmo en lo que estamos haciendo, disponiendo todo en el Señor, haciéndolo todo para Él y no para los hombres, como dice su Palabra en Colosenses 3:23-24, “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.”, pero debemos confiar en Él, pues realmente nos da la destreza, nos da la fuerza y la sabiduría necesaria para enfrentar estas situaciones.
¿Estás estudiando, trabajando o tienes un reto donde sientes que se te acabaron las fuerza, que no puedes más? La Palabra de Dios confirma que Él nos da agilidad, nos hace estar firmes en lugares donde en nuestra fuerza el fuerte flaquea, nos prepara para asumir nuevos retos donde su nombre será conocido y su poder revelado a través de nuestra vida. Así como el arco de bronce era un arma muy poderosa y temida, que solo podría ser utilizada por hombres con brazos muy fuertes y diestros al dispararla, pues era una gran ventaja de victoria para el ejército, de la misma manera Dios nos da la fuerza, la sabiduría, la inteligencia y el don de ciencia que necesitamos para asumir grandes retos y para estar preparados para administrar las bendiciones que Él tiene para nosotros.
Por lo tanto, confiemos en Cristo y pidamos su presencia aun en nuestro trabajo, estudio y retos profesionales, para que sea toda la gloria y honra para Él, y podamos experimentar el inmenso poder de Dios que actúa en sus hijos.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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