Dios mira la intención del corazón
2021-01-18
1. Oración inicial
«Mi amado Padre Celestial, muestra mis verdaderas intenciones al darte a ti y al servir a otros, haz que mi corazón sea íntegro y examínalo, para no dar con envidia, celos o egoísmo. No permitas que el pecado ciegue mi vida y me impida agradarte. Si estoy en un error, háblame a través de tu Palabra y hazme volver a ti en arrepentimiento. Perdóname mi pecado Señor. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda”. Génesis 4:2-4
Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. Génesis 4:6-7
“Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra”. 2Corintios 9:7-8
3. Reflexiona
La manera como damos a Dios y a los demás muestra las intenciones de nuestro corazón. En la historia de Caín y Abel ambos dieron cosas a Dios, pero Abel dio lo mejor, eso hizo la diferencia. Cuando Dios vio con agrado, la ofrenda de Abel, la envidia nació en el corazón de Caín, quien motivado por su propio razonamiento, entregó una simple ofrenda y no buscó lo grato a los ojos del Señor.
El rostro de Caín mostró el estado de su corazón, cegado por los celos, por eso el Señor le pregunta: “¿Por qué ha decaído tu semblante?”. Dios siempre nos da la oportunidad de rectificar y cambiar de actitud para no quedar desprovistos de protección y restauración. El Creador del universo es el único que puede examinar nuestro corazón, por eso extiende su misericordia para que reconozcamos nuestro error y no le abramos la puerta al pecado, sino que le busquemos en arrepentimiento.
El Espíritu Santo revela a nuestro corazón lo importante que es dar, cuando se hace con verdadera gloria y honra a Dios nuestro Hacedor, cuando damos lo mejor de nosotros, cuando damos a otros sin egoísmo o envidia, agradando así su corazón.
La ofrenda que podemos presentar al Señor, no es sólo lo material, sino todo nuestro amor y devoción, el mejor tiempo en su presencia, el servicio a los demás, una oración por necesidades ajenas, y ser las manos, pies y voz de Jesús llevando consuelo y ánimo a los desamparados.
No es dar lo que sobra sino lo que corresponde con alegría y sencillez de corazón. Preguntémonos: ¿son nuestras ofrendas aceptables delante de Dios y un ejemplo de nuestra fe?
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Escúchanos en Spotify
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn