Dios es fiel

Dios de pactos, tu fidelidad es grande, pues todas tus promesas se cumplen. En todo tiempo puedo acercarme confiadamente a Ti y alcanzar la gracia del oportuno socorro, esa es la evidencia incuestionable de tu gran fidelidad. Gracias Señor Amen

“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana. Pero fiel es Dios que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir. Sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.», 1 Corintios 10:13
“Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal”, 2 Tesalonicenses 3:3
«Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones.», Deuteronomio 7:9

La fidelidad de Dios permanece, así nosotros seamos infieles. El nunca cambia, nosotros sí. El Señor siempre es el mismo en Poder, en Majestad y en Autoridad, nosotros no somos siempre iguales. Tenemos días buenos y otros malos; días de tranquilidad y otros de dura lucha. Con Dios no sucede eso, pues Él es estable, fiel a cada instante por los siglos de los siglos.
En la Biblia podemos ver que Dios es fiel y que su Palabra es verdadera. Nos dice que Dios no puede mentir, ni tampoco puede romper una promesa. Cada pacto que hace es continuo. Cada promesa o profecía se ha cumplido o se cumplirá. Por toda la Biblia encontramos testimonios de la fidelidad de Dios. Encontramos que el pueblo de Israel volvería a ser una nación en la tierra que les pertenece. Esta profecía, hecha en el Antiguo Testamento, fue cumplida en mayo de 1948. Desde entonces, el pueblo judío ha estado regresando a casa.
Hay muchas escrituras acerca de la fidelidad de Dios. Sin embargo, ninguna puede ser más transformadora para nuestras vidas que aquella que declara su perdón de nuestros pecados. La promesa fiel de Dios fue cumplida cuando envió a Jesús a pagar por nuestros pecados. Dios es fiel para perdonarnos si aceptamos a Jesús y nos arrepentimos de todo corazón.
Dios es tan fiel que cualquiera que le busca lo puede encontrar y a medida que ponemos en práctica nuestra fe, comenzamos a darnos cuenta cada vez más de la fidelidad de Dios para con nosotros