Dios cierra sus oídos por nuestro pecado
2019-08-02
1. Oración inicial
Señor Jesús, vengo a tu presencia con un corazón arrepentido, perdóname si he colocado una barrera entre los dos por causa de mi pecado. No quiero que apartes tus ojos de mí, ni que cierres tus oídos a mi voz. Límpiame, restáurame y ayúdame a hacer lo bueno, lo justo y correcto con los demás. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos. Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda”, Isaías 1:15-17
3. Reflexiona
En este pasaje Dios dice claramente que nuestra oración no encuentra eco en Él cuando estamos llenos de pecado. Él cierra sus oídos y aparta su mirada de nosotros. En el Salmo 66:18 dice: “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado”. El Señor se vuelve sordo a nuestras oraciones cuando nuestro corazón no está limpio, es como levantar una muralla entre Él y nosotros. No puede vernos, ni puede oírnos hasta que no hayamos cambiado nuestra actitud.
Por eso antes de entrar en la presencia de Dios, debemos siempre confesar nuestros pecados, así el canal de comunicación no será obstruido por ningún estorbo que haya en nuestro interior.
Dios hace unas demandas que debemos tener en cuenta para poder tener una íntima y efectiva comunión con Él:
1- “Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos” Debemos limpiarnos, purificarnos delante de su presencia, confesando con verdadero arrepentimiento nuestro pecado y apropiándonos de su perdón. Dios siempre está esperando que volvamos a Él, que nos acerquemos a su trono de gracia y misericordia y nos pongamos de acuerdo con Él.
2- “Dejad de hacer lo malo” esto implica un cambio total de actitud, es aprender a hacer lo bueno y la única manera es obedeciendo su Palabra. Esto es arrepentimiento en su pleno significado, absolutamente personal y totalmente práctico.
3- “buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda”. Está haciendo un llamado a una fe sincera que se manifieste en el amor a los demás, en su cuidado y ayuda. Es hacer lo justo y lo correcto. Dios nos invita a una fe auténtica que se muestre por medio de nuestras buenas acciones.
Las ofrendas y la adoración a Dios no significan nada cuando surgen de un corazón sucio. Dios quiere que lo amemos, que confiemos en Él y nos apartemos del pecado. Si estamos dispuestos a obedecer, Cristo nos lavará, nos limpiará y nos restaurará; es la única esperanza para acercarnos a nuestro Dios Santo.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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