Devoción de todo corazón a Dios
2016-09-08
1. Oración inicial
Señor, quiero tener una relación viva, sincera y de amor contigo, quiero darte mi corazón, vivir para ti y llenarme de tu presencia cada día. Sáname, transfórmame, haz tu obra en mí. Guarda mi alma, cuerpo y espíritu hasta que regreses mi Jesús. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno”, Salmo 139:23-24
3. Reflexiona
La historia de la vida de David es una de las más conmovedoras que presenta la Palabra de Dios, su devoción de todo corazón a Dios debe servirnos de estímulo para acrecentar nuestra fe. En sus momentos más difíciles, de dolor y pecado su actitud hacia Dios era de entrega y amor. Tenía una relación sincera, de franqueza, de arrepentimiento verdadero, de confesión y de confianza. Tanto que Dios se complacía en él y lo amaba. Hechos 13:22 expresa claramente los sentimientos de Dios: “Quitado éste, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero”.
En el libro de los Salmos se revela su singular relación con Dios. Cuando las tormentas de la vida lo azotaban, su relación se hacía más fuerte para soportar los problemas que le asediaban. Cuando llegó a lo profundo de la desesperación, por su pecado de adulterio y asesinato, su corazón no se endureció, sino que fue sensible a la reprensión del profeta Natán y estuvo presto a volver a Dios totalmente arrepentido. En el corazón de David no había lugar para un amor tibio. Deseaba la relación con Dios más que ninguna otra cosa en la vida y este fue su secreto.
Cuando la relación con Dios proviene del corazón, no importa donde estemos, que estemos haciendo, siempre tendremos hambre y sed de Dios, sin importar las circunstancias. Examinemos nuestro corazón y si nuestra relación con Dios se ha vuelto superficial y vacía, empecemos por cambiar nuestra actitud y buscar al Señor con todo el corazón.
Saquemos tiempo para estar a solas y en intimidad con Él. Una relación con Dios como la que David tuvo, no ocurrió por casualidad, es el resultado de estar todos los días delante de la presencia de Dios. Pidamos ayuda a Dios para que nada se interponga en nuestra búsqueda de Él y seamos grandemente bendecidos.
Recordemos que el cristianismo no es una religión sino una relación de amor, continua y sincera con Jesucristo.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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