Desnutridos espiritualmente

Padre, tú eres mi alimento, mi vida toma fuerzas en ti diariamente y sin ti estaría desnutrido y vacío, lléname de tu Santo Espíritu y dame la sabiduría para hacer tu voluntad. Amén

“Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.” Juan 4:34

Podría probar los más deliciosos manjares del mundo y las bebidas más refrescantes, pero aún así seguir con hambre y sed, pues no sólo de pan vivo sino que el sustento esencial de mi vida es Dios. ¿Has sentido que algo te falta? ¿Terminar tu carrera, tener un mejor trabajo, más dinero o amor de pareja? Podríamos lograr todo esto y mucho más y aun sentirnos vacíos por dentro y no tener paz, ni encontrar consolación alguna en todo lo que hagamos o en todo lo que poseamos; pues todo esto es pasajero, se gastará con el tiempo y al final no generará la felicidad o satisfacción que en un principio pretendíamos.

Al final, después de todo, lo único que necesitamos es a Cristo, Él es la roca firme y todo lo que necesitamos realmente. Una vez tengo a Cristo, las demás añadiduras son herramientas para hacer su voluntad y para su gloria.

Así que, permitamos que nuestra prioridad sea conocerlo por medio de su Palabra y hacer su voluntad, para que nos alimentemos en Él diariamente, así entonces no estaremos desnutridos espiritualmente.