Descansar. Parte 2
2023-08-14
1. Oración inicial
«Padre descanso en ti, te entrego mis pensamientos fatigados y cansados que no encuentran ninguna solución, pues solo en ti encuentra paz mi alma, en el amor de Cristo Jesús y el poder de tu Santo Espíritu que mora en mí, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:6-7
3. Reflexiona
Continuando nuestra reflexión acerca del descanso, podemos concluir que descansar en Cristo permite hallar reposo a nuestra alma fatigada y nuevas fuerzas en cualquiera que sea el caso: dolor, enfermedad, problemas económicos, incertidumbre de la vida; pero no es un reposo inactivo o un estado de sueño con ausencia de inconvenientes, no, es un estado de tranquilidad permanente, donde a pesar de que estén pasando situaciones muy difíciles Cristo está en nosotros y con nosotros para darnos su paz y la fortaleza espiritual, física y aun en nuestros pensamientos, puesto que cuando no descansamos tratamos infructuosamente de buscar solución a algún problema, le damos vueltas pero no hallamos descanso; necesitamos por tanto que la paz de Dios guarde nuestro corazón y nuestro pensamiento en Cristo Jesús y pensar en todo lo bueno, agradable y perfecto que Dios tiene para nosotros (Filipenses 4:7-8).
La confianza puesta en Cristo de esta manera, renovará nuestra fuerza; y la fuerza y poder que se refleja en cada uno no es menor, es la manifestación en nosotros del mismo Espíritu que resucitó a Cristo de los muertos: “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros” (Romanos 8:11).
Entonces, podemos decir como el salmista: “¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío”, (Salmos 42:5).
Hay un principio espiritual que la escritura nos revela para experimentar plenamente el descanso en Cristo y dejar de estar fatigados y cargados; lo veremos en el próximo devocional.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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