Derrotando gigantes
2019-05-23
1. Oración inicial
Amado Padre, muchas veces mi corazón se amedrenta ante las circunstancias difíciles de la vida, parecen gigantes que parecen invencibles, pero me levanto como un soldado que pertenece a los escuadrones del Dios viviente para dar la batalla en tu nombre Jehová de los ejércitos, pues el poder que estuvo disponible en los días de David está presente e igual de fuerte hoy. Gracias Señor. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, […]. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, […]; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos. Y aconteció que cuando el filisteo se levantó y echó a andar para ir al encuentro de David, David se dio prisa, y corrió a la línea de batalla contra el filisteo. Y metiendo David su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra, y la tiró con la honda, e hirió al filisteo en la frente; y la piedra quedó clavada en la frente, y cayó sobre su rostro en tierra. Así venció David al filisteo con honda y piedra; e hirió al filisteo y lo mató, sin tener David espada en su mano.”, 1 Samuel 17:45-50
3. Reflexiona
Dice la Biblia que los filisteos juntaron sus ejércitos para la guerra en contra de Saúl y los hombres de Israel. Los filisteos estaban sobre un monte a un lado, e Israel estaba sobre otro monte al otro lado, el valle entre ellos, y sale de los filisteos un paladín de 2,7 metros de altura llamado Goliat quien durante cuarenta días se había burlado de los israelitas y los tenía dominados por el miedo, retándolos para que envíen a un soldado que se enfrente con él de hombre a hombre, sin que nadie se atreviera.
Quizá en este momento te identifiques con los aprietos de los israelitas, puede haber algún gigante que está de pie frente a ti, burlándose, acosándote y maltratándote, o tal vez sea el miedo, el orgullo, la ira, el rechazo, la escasez o una adicción y esto hace que vivas en fracaso, paralizado sin poder avanzar. Cualquiera que sea el gigante, este puede ser derrotado y puedes vivir la plenitud y la libertad que Dios quiere para ti.
Dios se levanta fuerte y va delante de ti como poderoso gigante para derrotar los Goliat de tu vida. Jesús es tu David en tu historia, y entiende que tú nunca podrás derribar gigante alguno por medio de tu propio valor o tus esfuerzos. Siempre es Jesús el que da la batalla. Hoy debes creer que no hay gigantes que sobrepasen a Cristo, Él se levantó de la tumba para aplastar el poder del pecado y de la muerte y nos dio una vida de victoria.
Hermano, “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia” (Proverbios 3:5) La victoria depende por completo de que confíes en Dios, y no de que trates de triunfar tú mismo. Tenemos al Dios viviente de nuestro lado, sólo lucha en el nombre del Señor.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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