De tal manera me ama
2017-10-25
1. Oración inicial
Me amas Señor, tanto que enviaste a tu hijo a morir en mi lugar, ahora con alegría disfruto tu presencia en mi vida. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Juan 3:16
3. Reflexiona
Somos responsables morales del pecado, no podemos culpar a otra persona de lo que hacemos, ya que como está escrito «el alma que pecare esa morirá» (Ezequiel 18:20). Pero sin una transformación radical de nuestro corazón, no podemos dejar el pecado, ya que el corazón del hombre es engañoso y perverso más que todas las cosas, solo Dios lo conoce y solo Él lo puede cambiar (Jeremías 17:9).
Somos responsables morales del pecado, no podemos culpar a otra persona de lo que hacemos, ya que como está escrito «el alma que pecare esa morirá» (Ezequiel 18:20). Pero sin una transformación radical de nuestro corazón, podemos caer en pecado, ya que el corazón del hombre es engañoso y perverso más que todas las cosas, solo Dios lo conoce y solo Él lo puede cambiar (Jeremías 17:9).
El Padre celestial, conociendo nuestra naturaleza caída y nuestra debilidad en la carne, envió a su hijo en semejanza de carne a salvarnos, y a causa del pecado condenó al pecado en la carne (Romanos 8:3), anulando el acta de los decretos que había contra nosotros (Colosenses 2:14), que nos condenaba a la muerte espiritual eterna que habíamos heredado de Adán.
Por lo tanto, podemos recibir este regalo inmerecido, aceptar por medio de la fe en su hijo, al cordero inmolado, para que habite en nuestro corazón y pasemos del reino de la oscuridad al reino de la luz (Colosenses 1:13).
Así mismo compartir este mensaje tan sencillo pero a la vez tan transcendental a nuestros familiares y amigos, esta noticia de que en Jesús hay perdón de pecados, hay libertad, y que hoy es el día, ya que cuando Dios llama es el día propicio de escuchar y no endurecer nuestro corazón sino abrirlo de par en par para que entre el Rey de reyes (Hebreos 3:15) , al que le ha sido entregada toda potestad en el cielo y en la tierra, al único que puede salvar nuestra vida y la vida de nuestra familia (Mateo 28:18).
Digamos hoy «Ven Jesús, entra por la puerta de mi corazón y habita en mi, lava mis pecados y haz de mí un nuevo ser, quiero obedecer tu Palabra y agradarte en todo, amén”.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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