Dale la mano al caído
2017-01-06
1. Oración inicial
Señor, llénanos de tu amor y compasión, que como el Buen Pastor, rescatemos a quienes se pierden. Ayúdanos a sobrellevar las cargas los unos de los otros. Así cumplimos Tu Palabra. Oblíganos a la tolerancia mutua y a la compasión de unos con otros, conforme a tu ejemplo.
2. Lee la palabra de Dios
«Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo respecto de sí mismo, y no en otro; porque cada uno llevará su propia carga.», Gálatas 6:1-5
3. Reflexiona
Hay un proverbio en nuestro país que dice: «uno no debe criticar a alguien hasta no haber caminado en sus mocasines por siete días». A veces tendemos a juzgar y a condenar a los demás. Nos resulta difícil entender que hay personas que parece que nunca resuelven sus problemas, especialmente cuando nosotros hemos vencido o superado algo similar. Al juzgar y mostrar desprecio por los que se equivocan ponemos más carga sobre ellos. Estamos llamados a perdonar y a ayudar. El amor cristiano debe incluir el compañerismo aún con aquellos a quienes el mundo desecha.
El cuerpo de Cristo, la Iglesia, funciona efectivamente cuando sus miembros trabajan juntos por el bienestar común. ¿Conoce a alguien que necesita ayuda? ¿Hay algún hermano o hermana en Cristo que requiere corrección o ánimo? Humilde y gentilmente acerquémonos a esa persona con mansedumbre.
Cuando uno ha hecho lo mejor, siente satisfacción por ello, pero no necesita compararse con otros, haciendo necias apreciaciones. Algunos hacen comparaciones por varias razones, destacan las debilidades de otros a fin de sentirse mejor consigo mismo. Otros sencillamente quieren asegurarse que actúan bien. Cuando esté tentado a compararse, mire a Jesucristo. Su ejemplo lo inspirará a que haga las cosas mucho mejor, esas comparaciones están fuera de lugar, porque cada uno será responsable de sus acciones el Día del Juicio. Nadie puede vanagloriarse cuando se mide a sí mismo y su obra por las normas y requerimientos de Dios.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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