Dad a Jehová la honra y la gloria
2018-09-27
1. Oración inicial
Padre Amado, Como David te cantaba, así mi alma reconoce tu grandeza con este salmo: “Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; y su grandeza es inescrutable Generación a generación celebrará tus obras, y anunciará tus poderosos hechos. En la hermosura de la gloria de tu magnificencia, y en tus hechos maravillosos meditaré” Te amo con todo mi corazón, amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad”, Salmo 29:2
“Alaba, oh alma mía, a Jehová. Alabaré a Jehová en mi vida; Cantaré salmos a mi Dios mientras viva”, Salmo 146:1-2
3. Reflexiona
La humanidad entera fue creada para adorar a Dios, pero desafortunadamente el ser humano se centra en sí mismo y termina adorando a cualquier persona o cosa, menos a Dios.
La pregunta es: ¿Cuál es la adoración que agrada a Dios? Veamos a David llamado “el dulce cantor de Israel” era un hombre con un corazón conforme al corazón de Dios, enamorado y apasionado por Dios. Observamos la profunda relación entre la adoración y el mover del Espíritu Santo, entre el amor a Dios y la adoración genuina.
Dios mismo dio testimonio de cuanto amaba a David, lo puso como rey de Israel; Jesús es llamado “hijo de David”; su nombre: David significa “amado” “bien amado”, era un hombre con una íntima y profunda relación con Dios. Los últimos salmos son escritos cuando David era un anciano y cada uno es una invitación a alabar y adorar a Dios, con un amor profundo.
En los salmos podemos ver a David viviendo muchas experiencias, acercándose a Dios para agradecer, para adorar, para pedir ayuda, para pedir perdón y a pesar de sus muchos errores, tuvo la virtud de humillarse ante el Señor y someterse a su corrección.
La Biblia dice: “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren” (Juan 4:23)
Dios está buscando adoradores, hombres y mujeres que levanten su voz en alabanza y adoración, como David lo hacía, apasionado por Dios, buscando su rostro en la intimidad, en lo secreto, y guiando a otros a su presencia.
Hermano, Dios honra a quienes le honran, por tanto engrandece a Dios y Él te dará lugares de bendición y privilegio en la tierra, pero siempre ten presente: él es el más importante, él es la razón de nuestra adoración.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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