Cuida tu corazón

Padre, en el nombre de Jesús, dame el discernimiento, para dejar entrar a mi vida solo aquello que me edifique, para guardar mi corazón de todo aquello que me contamine y mantenerme saludable espiritualmente, arraigado en el conocimiento de Cristo.

«Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;
Porque de él mana la vida.» Proverbios 4:23

¿Cómo cuidamos nuestro corazón? ¿ Cómo cuidamos nuestra mente?
Es muy parecido a responder cómo cuidamos nuestro cuerpo físico.
Si hacemos deporte constante, físicamente permanecemos bien, nos sentimos cada día mejor; si nos alimentamos saludablemente, nuestro cuerpo estará fuerte, sano, sin pereza, con menos posibilidad de adquirir una enfermedad o fuerte para enfrentar algún deterioro en la salud; la clase de alimentos que dejamos entrar a nuestro cuerpo, determinará nuestra salud.
Así mismo, si alimentamos nuestra mente de los deseos temporales y de las cosas del mundo, nuestra mente se volverá débil, llena de confusión y llena de temor.
Si damos rienda suelta a nuestras emociones y dejamos que ellas controlen nuestra vida, alimentamos nuestra mente de ideas que al final son erradas y causan dolor.
Mientras que, si alimentamos nuestra mente con la dieta de la palabra de Dios, estamos creciendo en conocimiento de Dios, en santidad, en amor, en las cosas que perduran, será nuestra vida será llena de bendición. ¿Qué clase de alimento damos a nuestro corazón?
Preguntémonos qué clase de cosas son las que escuchamos, miramos y hacemos, cerremos la puerta a lo que contamina nuestro corazón y dejemos entrar la palabra de Dios, así como Jesús entró a Jerusalén.