¿Cuál será tu respuesta?

Señor Jesús, muéstrame el significado de tus enseñanzas, para poder aplicarlas a mi vida y agradarte haciendo lo que tú me dices que debo hacer, dame valor para que mis acciones estén de acuerdo con lo que me revela tu Verdad, hazme hacedor de tu Palabra. Amén.

«Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende? ¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero? El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar. Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre. Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros?»

En el capítulo 6 de Juan se muestran infinidad de respuestas de la gente hacia Jesús, ante las preguntas que hace, respecto a lo que ha predicado. No son Palabras fáciles de tragar, pues llevan a las personas a tomar decisiones radicales en sus vidas para poder seguirlo. Al principio las respuestas están cargadas de emoción por los milagros que Jesús acababa de hacer. Había saciado el hambre física de una gran multitud, que quería un rey terrenal, para que siguiera supliendo sus necesidades temporales. Pero este no era el plan de Jesús, Él solo quería ganar almas para su reino celestial y esto significada renunciar a muchos placeres y seguir sus enseñanzas, quería saciar también su sed espiritual por eso se ofreció a sí mismo como “el pan de vida”.
Pero muchos no estaban dispuestos. Jesús les reprochó por interesarse solamente por lo físico y no por la verdad espiritual. “De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis” Juan 6:26. Jesús había usado este milagro para enseñar una importante verdad acerca del pan de vida, usando palabras que después se aplicaron a la Santa Cena o Comunión. Estas palabras no entusiasmaron a sus oyentes, sino que se sintieron defraudados. Aquellos que solo estaban buscando emociones, se fueron apartando y se fueron.
Al crecer en la fe, algunas enseñanzas de Jesús nos parecen difíciles, pues nos llevan a renunciar a nuestros deseos y a renovar nuestra mente. Nos podemos sentir tentados a salir corriendo, darnos por vencidos, pasar por alto lo que nos dice y hasta rechazarlo completamente y alejarnos del Señor, o tener la opción de rendirnos a sus pies y reconocer que Él solo tiene Palabras de vida eterna para nosotros. JESÚS ES NUESTRA PRIMERA NECESIDAD.