¿Cuál es nuestra motivación?
2023-04-23
1. Oración inicial
«Gracias Señor por tu entrega sin reservas en la cruz, por amarme y salvarme. Que mi amor por ti sea la motivación de cada día para conocerte más y más; me has bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales, tengo una nueva naturaleza que refleja la presencia de tu Santo Espíritu, quiero darte mi amor, dinamizar mi fe, confiar en tus promesas. Gracias porque contigo lo tengo todo. Eres el Dios soberano que sostienes mi vida y esta tierra, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Al tiempo que señalaré Yo juzgaré rectamente. Se arruinaban la tierra y sus moradores; Yo sostengo sus columnas” Salmos 75:2-3
“porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor” Gálatas 5:6
3. Reflexiona
¿Tú crees que Dios necesita algo de nosotros? Dios no necesita nada, somos nosotros los que necesitamos de Él; sin Él nos falta todo.
No importa lo que pase a nuestro alrededor, podemos enfrentar muchas cosas, pero debemos tener la certeza de que quien sostiene las columnas de la tierra es Dios; Él sabe lo que necesitamos, pero Él no es el “Dios apaga incendios”, al que acudimos cuando estamos en emergencias y que después de ver su respuesta lo olvidamos.
Si queremos ser bendecidos, restaurados, prosperados en todas las áreas de nuestra vida, debemos entender lo que dice Gálatas 5:6 “porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor”.
El amor es el dunamis de la fe. Dunamis en griego significa fuerza, poder milagroso; por eso, si no hay intimidad, presencia de Cristo, búsqueda de Dios, si Jesús no está presente en todos los asuntos de nuestra vida, si no hay una verdadera motivación y una actitud correcta hacia Él, nunca seremos prosperados como Él quiere. En Marcos 7:6 dice “Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, más su corazón está lejos de mí”.
Recordemos cómo el pueblo de Israel en el desierto estaba tan lejos del corazón de Dios que no veían su amor cuando los sustentaba, les dio pan, agua, carne, les dio su protección y cuidado, todo lo que necesitaban, pero ellos siempre se quejaban y lo deshonraban.
Lo mismo nos puede pasar a nosotros, podemos conocer todos sus mandamientos, sus principios, pero si mi amor por Jesús no es mi motivación la fe no puede operar; y esto es en todos los ámbitos de nuestra vida, en nuestro matrimonio, en nuestra relación con nuestros hijos, en nuestro ministerio, en nuestra área financiera, entre otras. La fe obra por el amor, todo funciona a partir de esto.
1 Corintios 13:1-2 dice “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy”.
El amor nos enseña a darle a Dios lo mejor de nosotros y podemos esperar lo mejor de Él. El Salmo 37: 4 dice “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón”.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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