Cristo la verdad

Señor tu eres la Verdad, ayúdame a vencer la mentira, que mis labios no hablen engaño, sino que los dichos de mi boca sean gratos para ti. Que hable tu Verdad para que muchos sean libres. Amén.

«No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos».
«Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir».

Si nos interesan las cosas de arriba donde está Cristo sentado a la adiestra de Dios debemos despojarnos de la vieja vida y parte de ello es quitar algunos vicios como la mentira cambiándola por la Verdad de Dios. La Palabra de Dios nos ordena no mentir, la mentira a veces, es un disfraz de nuestros sentimientos de inseguridad, pero eso no funciona. La gente miente para protegerse y para tapar sus errores.

La Verdad siempre saldrá a la luz, tarde o temprano, porque no hay nada oculto que no se sepa. Como dice Efesios 5:13 “Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo”.
La mentira crea una red, pues una mentira lleva a la otra formándose una trampa donde fácilmente caemos, quedando atrapados y avergonzados. Revistámonos de Cristo que es la Verdad, y Él nos hará libres de esos lazos de engaño y de los labios deshonestos.

Que la inseguridad y el temor no nos lleven a mentir, dejemos que el Espíritu Santo nos guíe a toda la Verdad, pues ahora mora en nosotros, para enseñarnos el camino. Recordemos Juan 14:17 “el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros”. No tenemos excusa, estamos equipados sobrenaturalmente con la Verdad, para ser libres y llevar a otros a la libertad.