Creciendo a través de la dificultad
2021-05-10
1. Oración inicial
«Señor gracias por tu santa Palabra, por hacerme entender que tú eres Soberano sobre mi vida y que toda situación está dentro de tus propósitos, aun aquellas que han sido difíciles, pero que han traído un despertar espiritual, una renovación de mi fe, de mi confianza y mi dependencia de ti. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros. Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en los cuales ni habrá arada ni siega”. Génesis 45:5-6
3. Reflexiona
Todo lo que nos sucede en la vida tiene un propósito en Dios. Si pudiéramos borrar episodios de nuestra historia sé que lo haríamos sin vacilar. Y quizás los primeros que quitaríamos son los que trajeron tristeza, dificultades y muchos problemas. Eso sería un error porque precisamente son las situaciones complicadas las que más producen aprendizaje y crecimiento espiritual en nosotros.
Primero, porque nos llevan a doblar rodillas, a orar por las circunstancias, despiertan en nosotros el deseo de buscar el rostro del Padre con súplica, ruego y lamento. Segundo, porque tenemos que recordar que a veces el sufrimiento es el catalizador que el Señor usa para que comprendamos más su Palabra y crezcamos en la fe. Así como José, todas las dificultades que pasó sirvieron para que Dios cumpliera su plan con el pueblo de Israel y tenerlo a salvo en medio de la hambruna. Esto nos habla de la soberanía de Dios sobre nuestras vidas. Un error, una equivocación, una mala decisión en el pasado, puede convertirse en las manos de Él, en una bendición en el futuro.
Podemos decir con seguridad que el mayor crecimiento espiritual nace de los momentos difíciles, porque Dios nos hace avanzar a un nivel más elevado en la fe, en la confianza y dependencia de Él. No nos desanimemos, porque cada experiencia tiene un objetivo espiritual en nosotros, un propósito establecido de antemano. Recordemos 2 Corintios 1:4: “el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios”.
Hoy démosle gloria a Dios por esas situaciones difíciles y pidámosle que nos muestre el propósito que tiene con ellas, porque todas las cosas obran para bien.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Escúchanos en Spotify
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn