Costumbres paganas

Señor gracias por que me has rescatado de mi vana manera de vivir, de mi pasado en ignorancia y me has mostrado la luz de tu evangelio. Amén

“Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Perfecto serás delante de Jehová tu Dios. Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios.” Deuteronomio 18:9-14

El Señor le advirtió a su pueblo Israel que no aprendieran ni practicaran las costumbres malas de los pueblos por los que iban a pasar, pues esto traería consecuencias graves. Con el tiempo su pueblo desobedeció, aprendió estas prácticas que afectaron su comunión y dependencia de Dios, se apartaron y como consecuencia vinieron terribles guerras, hambre y destierro (1 Crónicas 9:1, Lamentaciones 2).

Hoy en día, observamos cómo muchas personas acuden a adivinos, guías espirituales y chamanes, entre otros; los medios de comunicación auspician y muestran a estos personajes como si fuera algo “normal” lo que enseñan y son aceptados como seres de luz; sus enseñanzas son practicadas y asimiladas por toda la sociedad. Lo que no saben es que estas enseñanzas llevan a la oscuridad, al dolor; su camino es camino de muerte y confusión. Llenan a las personas de temor y sus vidas permanecen atadas.

Dios es el único que conoce lo que va a suceder antes que suceda (Isaías 42:9), porque es un Dios eterno y el único que sabe lo que necesito para mi vida, pues él es mi Hacedor, entonces ¿Por qué no consultarle a Él antes que al hombre?
Dios dejó en su Palabra el medio de consulta y solución para todos los problemas espirituales del hombre, allí está la guía para ser buen padre, buen hijo, buen esposo(a), entre otros asuntos, pero sobre todo para ser un hombre nuevo, que no depende de mentiras y supersticiones, sino que su seguridad y dependencia están en Jesucristo.

Por lo tanto, no consultemos la mentira, vayamos a la verdad escrita en su Palabra y a la seguridad que nos brinda un Dios lleno de amor y protección. Que se vuelva una buena costumbre consultar la biblia en vez de adivinos y agoreros.