Cosas que nos roban la Paz
2019-09-19
1. Oración inicial
Señor, tú sustentas mi vida, me has dado tu paz por medio de Cristo, tú detienes la tormenta y das calma a mi corazón, lléname de tu paz en cada situación de mi vida. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.”, S. Juan 14:27
“Cambia la tempestad en sosiego, y se apaciguan sus ondas.”, Salmos 107:29
3. Reflexiona
La paz que Cristo da es diferente a la que la sociedad actual ofrece. La paz de Dios no está basada en sentir o fingir una tranquilidad aparente frente a las dificultades, sino en una paz sobrenatural, que viene producto de mantenernos unidos y de confiar en lo que Dios nos dice.
Pero hay cosas que nos hacen olvidar los principios de Dios o nos distraen de la verdad, nos hacen dudar y como consecuencia lo primero que perdemos es nuestra paz interior.
Hay varias cosas que nos roban la paz, como dejarnos llevar por la ira (Efesios 4:26), los afanes de la vida y el engaño de las riquezas (Mateo 6:31).
Los malos pensamientos también son un detonante para quitar nuestra paz, si persistimos en pensar algo que no es conforme al principio de Dios, dejamos que la tentación se quede e incube en nuestro pensamiento, esto derivará en perder nuestra paz. Luego de que no tengamos paz, empezaremos a tomar malas decisiones.
Un corazón tranquilo y sosegado a pesar de los problemas externos, no toma decisiones en caliente y por supuesto disminuye el riesgo de cometer errores.
No dejemos que algo nos robe la paz, probemos como un guardia, todo lo que quiere entrar a nuestra mente o a nuestra vida; confrontemos cada situación y pensamiento frente a la Palabra de Dios, rechacemos aquello que pueda turbarnos; pero si logra quitarnos por un momento nuestra paz, acudamos rápidamente a la oración para entregar esa situación a Dios, y Él promete que nos devolverá por medio de Cristo la paz, cuidando nuestro corazón y nuestra mente.
Uno de los bienes personales más importantes que Cristo nos entregó es la paz. Cuidémosla como un tesoro, al final, en medio de la aflicción, las pruebas, las tentaciones, lo primero que necesitamos es su paz.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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