Controlados por el Espíritu Santo
2017-03-06
1. Oración inicial
Maravilloso Padre, gracias te doy porque no me dejaste huérfano, me has dado tu Santo Espíritu, el Consolador, el Espíritu de Verdad. Hoy quiero embriagarme de su presencia para que mi vida sea completamente controlada y guiada por su Santo Espíritu. Gracias en el nombre de Jesucristo. Amén
2. Lee la palabra de Dios
“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros”, Juan 14:16-17
“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”, Gálatas 5:22-23
3. Reflexiona
La Escritura nos enseña que nuestra relación con el Espíritu Santo no se basa en lo que sintamos. Cada creyente nacido de nuevo, tiene al Espíritu Santo morando en él. Jesús nos dijo que cuando el Consolador viniera, Él estaría con nosotros y en nosotros. En otras palabras, Jesús está enviando a Uno como Él Mismo para estar con nosotros y en nosotros, nos lo dice la Palabra de Dios.
El verdadero creyente es habitado por el Espíritu Santo, pero no cada creyente es “controlado” por el Espíritu Santo, y hay una marcada diferencia. Cuando andamos según nuestra naturaleza pecaminosa, no estamos bajo el control del Espíritu Santo, aun cuando sigamos siendo su morada. Pablo nos habla sobre esta verdad, y él usa una ilustración que nos ayuda a entenderlo. “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu”. Pablo no está hablando contra el vino. Sin embargo, el contexto de este pasaje es sobre el caminar y el luchar del creyente que está lleno del Espíritu. Por lo tanto, hay algo más aquí que sólo una advertencia acerca de tomar mucho vino.
Cuando la gente está embriagada con mucho vino, exhibe ciertas características; se tambalea, su hablar se entorpece, y pierde el juicio. Pablo establece aquí una comparación. Así como hay ciertas características que nos permiten percibir que alguien está controlado por la embriaguez del vino, también debe haber ciertas características que nos permitan ver que alguien está siendo controlado por el Espíritu.
Es evidente el “fruto” del Espíritu en los creyentes nacidos de nuevo que caminan bajo el control del Espíritu Santo.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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