Consejos para los creyentes
2019-02-13
1. Oración inicial
Señor Jesucristo quiero hacer siempre tu voluntad que es buena, agradable y perfecta. Que el gozo, la oración y la gratitud sean una constante en mi vida espiritual independientemente de las circunstancias, de tal manera que sea testimonio de tu verdad y amor en el mundo. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. No apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal”, 1 Tesalonicenses 5:16-22
3. Reflexiona
Una iglesia genuina es una iglesia feliz, que ora y es agradecida. Por eso Pablo nos da una serie de recomendaciones para nuestro vivir cristiano, que muestre testimonio al mundo de que somos hijos de Dios.
En nuestra experiencia de salvación, los cristianos necesitamos expresar gozo, en medio de un mundo carente de felicidad, donde el común denominador es la aflicción. Debemos regocijarnos en las bendiciones que recibimos y aun en medio de las tribulaciones. La vida cristiana debe ser una vida de gozo constante.
El gozo va ligado a la oración y al agradecimiento. Para poder gozarnos siempre debemos orar sin cesar y ser agradecidos en todo. Estaremos siempre gozosos si aprendemos a descansar en el Señor cualquiera que sea nuestra situación y aun en lo que nos parezca adverso. Podemos gozarnos más si oramos más. Un gozo así procede sólo del Espíritu Santo. Nuestro gozo, oración y agradecimiento no deben fluctuar con nuestro estado de ánimo o por las circunstancias, cumpliendo así con la voluntad de Dios.
Orar sin cesar no implica estar siempre de rodillas, es más bien una actitud de oración frecuente, espontánea y sencilla, en cualquier momento o en cualquier lugar. Hasta que la oración se vuelva un estilo de vida donde reconocemos nuestra dependencia de Dios.
Otro consejo de Pablo es que no debemos apagar el Espíritu, cuando le damos cabida a las cosas carnales y descuidamos las espirituales, cuando despreciamos la predicación de la Palabra, la interpretación o su aplicación porque es simple y nos dice lo que ya sabemos. O cuando menospreciemos los dones de aquellos que bajo la inspiración del Espíritu son usados en predicación, como hablar en lenguas, revelar misterios, u orar en la congregación. Recordemos que los dones espirituales son para el beneficio de todos y deben ser usados llenos del Espíritu Santo.
Escudriñemos y estudiemos más las Escrituras para poder examinar lo que escuchamos, y así retener lo bueno y desechar lo malo, con la guía del Espíritu y bajo la luz de la Palabra para abstenernos de toda clase de mal.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn