Conoceremos, y proseguiremos en conocer a Dios
2019-02-04
1. Oración inicial
Amado Dios, gracias por enviar a tu Hijo al mundo para hacer tu obra redentora. Por haberme alcanzado con tu gracia y dado la oportunidad de conocerte. Seguiré creciendo en el conocimiento de tu verdad para decirle al mundo que siempre está la oportunidad de acercarse a Jesús y recibir su salvación. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
«Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra», Oseas 6:3
3. Reflexiona
Como el alba está dispuesta y determinada para la humanidad así es la promesa del Salvador para el mundo, nada hay que lo esconda de nosotros; podemos conocerlo y tener la confianza de acercarnos libremente a su presencia.
Para algunos el conocimiento de Cristo será como la lluvia tardía, y para otros como la lluvia temprana. Dios siempre está dando la oportunidad que nos acerquemos a Él, demostrando su misericordia y su bendición en el momento preciso.
Dios nos pide en Oseas 6:6 que le conozcamos: “Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos”. Por eso uno de los propósitos de haber sido rescatados por su amor, debería ser crecer continuamente en el conocimiento de nuestro Salvador Jesucristo. Debe ser el fruto de la perseverancia al seguirlo a Él.
La Biblia dice que la falta del conocimiento de Dios es la raíz de todos los males y que nos lleva a la destrucción. Oseas 4:1-2, 6 “Oíd palabra de Jehová, hijos de Israel, porque Jehová contiende con los moradores de la tierra; porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen, y homicidio tras homicidio se suceden. Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento”.
Sólo el conocimiento de Dios puede traer vida, claridad y restauración a los seres humanos. Así como la lluvia es constante para fertilizar la tierra, así es el favor de Dios para con los moradores de la tierra, quiere sacarlos de su sequía espiritual, en todo momento, tarde o temprano, como la noche al día. Oremos porque muchos no comprenden la gravedad de su pecado, por eso no han dejado los ídolos, todo lo que ocupa el primer lugar antes que Dios; sólo se interesan por los beneficios materiales y no valoran los beneficios eternos que vienen de buscar a Dios.
La vida eterna consiste en conocer a Dios. La gracia de Dios en Cristo es como la lluvia tardía o temprana, por ella se empieza y luego sigue la buena obra de dar fruto cuando somos restaurados y sanados. Como fue levantado el Redentor victorioso de la tumba, así revivirán los corazones y las esperanzas de todos aquellos que en Él confían. Recordemos que Dios no llega tarde, llega en el momento preciso a cada vida.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn